Si ves mal a tu esposo/a y no ves a Dios en él/ella y en vuestro matrimonio, tienes el corazón “embotado”. Tienes que purificarlo con sacrificios y actos de amor hacia tu esposo/a.
EVANGELIO
Cuando les sea arrebatado el esposo, entonces ayunarán
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-15
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».
Palabra del Señor.
Avisos:
- Anuncio en Mérida: 29 de marzo a las 20h en la Parroquia de San José, Calle Publio Carisio, 41. Infórmate e inscríbete aquí: http://wp.me/p6AdRz-1Bx.
- Anuncio en San Sebastián: Día 7 de abril a las 19h, en El Buen Pastor. Infórmate e inscríbete aquí: http://wp.me/p6AdRz-1D0
(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)
- Retiro en Cádiz (Chipiona): (Inauguramos ciudad!!!) 10-12 de mayo, Santuario de Regla.
- Retiro en Navarra (Javier): 31 de mayo, 1 y 2 de junio. (Posibilidad de inscripción con hijos)
- Retiro en Madrid: 07 a 09 de junio (Casa de Espiritualidad Emaús – Oblatos)
- Retiro en Córdoba: 21 a 23 de junio (Casa San Antonio) (Posibilidad de inscripción con hijos)
- ¿Retiro en Vigo?: Sondeo para abrir la posibilidad de hacer un retiro. Si te interesa, inscríbete. Una vez visto si hay demanda en la zona, nos pondremos en contacto con vosotros: https://goo.gl/forms/591yixYDxZGyarB82
Adoración por los matrimonios:
- En Madrid (Las rozas) 2os viernes de mes. Parroquia Ntra. Sra. de La Visitación,
- En Pamplona por los matrimonios: 3os jueves de mes en Santa Maria la Esperanza de Doniantzu
“La puri”
Jesús está en nuestro interior, pero nos lo arrebata el pecado, nos alejamos de Él y somos incapaces de verlo. Sin embargo, hay un camino de vuelta y se llama purificación. “La puri”, para los amigos.
Pero ¿cómo purificarnos? Por los caminos contrarios a los que nos alejaron de Él. San Juan Pablo II dice que cada pecado tiene su origen en la falta de una gracia, y para recuperarla hay que acudir a la oración y los sacramentos. Por tanto, el primer paso es ir a la confesión y después a la Eucaristía, con frecuencia, y tener ese ratito diario con el Señor. Pero además, hay piedras en ese camino, estorbos que impiden que entre todo el caudal de la gracia, y son los malos hábitos consecuencia de dejarnos llevar por nuestra naturaleza caída. Puedes limpiar el agua sucia del alma, pero quedarán los posos, lodo, pedruscos, ramas secas… Para eliminar esos obstáculos o ir limándolos, es necesario el sacrificio: Ayuno, aceptar con alegría las dificultades del día a día, superar nuestros impulsos y emociones negativas, luchar contra los deseos egoístas… Es como llegar con una buena pala, un buen cepillo y un buen recogedor, y arremeter don dureza contra todos esos restos, rascando hasta dejar libre el paso para la gracia.
Cuando el pecado nos arrebata al Esposo, ayunemos y sacrifiquémonos para re-abrir el camino de vuelta que nos re-une con Él.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Raúl: Padre, me confieso de que veo muy mal a mi esposa.
Sacerdote: ¡Uy! Mal asunto. Te voy a presentar a la puri.
Raúl: ¿La Puri? Oiga, padre, que yo pretendo seguir siendo fiel…
Sacerdote: (Le corta) No, hijo, no. No te confundas. Me refiero a la purificación. Es el camino para limpiar tu corazón. ¿Conoces esa bienaventuranza que dice: Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios?
Raúl: Sí, padre.
Sacerdote: Pues eso. Si ves mal a tu esposa y no ves a Dios en ella y en vuestro matrimonio, es porque tienes el corazón “embotado”. Así le llama el Señor. Embotar es quitar fuerza o eficacia a una cosa. Si te dejas llevar por tu naturaleza caída, tu alma se embota, pierde fuerza y eficacia, y dejas de ver a Dios y de ver como Él mira y sentir lo que Él siente. ¿Comprendes?
Raúl: Perfectamente. Entonces ¿cómo empiezo a sacrificarme para purificar mi alma?
Sacerdote: Empieza por no defenderte cuando tu esposa te culpe de algo, aunque no hayas sido el causante ¿vale?
Raúl: (Resopla) Vale… Y, por curiosidad, ¿cuál será el siguiente paso?
Sacerdote: No actuar conforme a lo que sientes sino a como debes actuar. Sonríe cuando debas aunque no tengas ganas. Actúa con paciencia aunque por dentro estés echando humo. Dile a tu esposa que la quieres aunque no sientas nada. Ten detalles con ella aunque sientas que no se los merece… ¿Ves? Todos estos esfuerzos, ofrecidos al Señor, van purificando tu corazón. Ya sabes, el camino de “la puri”.
Raúl: Anda que, como se entere mi mujer de que ahora sigo a la puri 😊. ¡Gracias padre! Oiga. ¿Mi mujer le da comisión?
El Padre: Jajaja. Yo te absuelvo de todos tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Vete en paz, hijo.
Madre,
Tú eres la Purísima y, aunque no lo necesitabas, has recorrido con creces el camino de la purificación. Sabes lo que duele y lo que cuesta. Pero quieres que yo también lo pase, por mi bien. Ayúdame a vivir este tiempo de purificación. Madre de los esposos, ruega por nosotros.