EVANGELIO
El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena
Lectura del santo Evangelio según san Juan 16,12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: – «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».
Palabra del Señor.
La cadena de la verdad.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)
Alcanzaremos la verdad cuando “el Espíritu nos lleve a la verdad completa (cf. Jn 16,13), es decir, cuando nos introduzca perfectamente en el misterio de Cristo y podamos ver todo con su mirada” (Amoris Laetitia 3).
Muy bien. Y ¿Dónde o a través de quién vamos a recibir esa verdad? ¿De los políticos? ¿De la prensa? ¿De los programas de opinión? ¿De los compañeros? ¿De los científicos? ¿De los sicólogos? ¿De internet? Vivimos en la sociedad de la información, pero existe el espíritu de la mentira y el de la verdad ¿Dónde está la información veraz que comunica el Espíritu?.
La encontramos en Amoris Laetitia en frases como:
– «los hijos necesitan encontrar un padre (varón) que los espera cuando regresan de sus fracasos. Harán de todo por no admitirlo, para no hacerlo ver, pero lo necesitan» (177)
– (El amor) goza con la verdad (1ªCor 13) se regocija con la verdad. Es decir, se alegra con el bien del otro, cuando se reconoce su dignidad, cuando se valoran sus capacidades y sus buenas obras. Eso es imposible para quien necesita estar siempre comparándose o compitiendo… (109)
– La verdad es que «la comunión familiar puede ser conservada y perfeccionada sólo con un gran espíritu de sacrificio. Exige, en efecto, una pronta y generosa disponibilidad de todos y cada uno a la comprensión, a la tolerancia, al perdón, a la reconciliación. (106)
– una familia donde …siempre se vuelve a confiar a pesar de todo, permite que brote la verdadera identidad de sus miembros (115)
– Es posible reconocer la verdad del otro, el valor de sus preocupaciones más hondas y el trasfondo de lo que dice, incluso detrás de palabras agresivas. Para ello hay que tratar de ponerse en su lugar e interpretar el fondo de su corazón, detectar lo que le apasiona, y tomar esa pasión como punto de partida para profundizar en el diálogo. (138)
¿Quién más habla de estas verdades? Claramente, el Espíritu está en la Iglesia. No podemos creernos en posesión de la verdad por nuestra cuenta. Cualquier verdad proviene del Padre, se la comunica al Hijo, y el Hijo al Espíritu Santo que la difunde.
Madre de la Iglesia:
Gracias por llevarnos al Espíritu de Dios. Gracias por poner su Verdad a nuestro alcance. Es un honor gozar de tal privilegio, de conocerlo, creer y tener acceso a vivirlo. Alabado sea el Espíritu Santo por siempre.