Guiados por nuestros ángeles.
Hoy es el día de los Ángeles Custodios.
Dice el catecismo (CEC 336) Desde su comienzo (Cf. Mt 18, 10) a la muerte (Cf. Lc 16, 22), la vida humana está rodeada de su custodia (Cf. Sal 34, 8; 91, 1013) y de su intercesión (Cf. Jb 33, 23-24; Za 1,12; Tb 12, 12). «Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida» (S. Basilio, Eun. 3, 1).
Qué maravilla de Dios, tener un ser mucho más inteligente que yo, a mi lado, custodiándome, guiándome e intercediendo por mí ante Él. Cuántos medios pone el Padre para que lleguemos a Él. No escatima en esfuerzos y en mediaciones.
Nosotros le hemos puesto nombre a nuestros ángeles custodios. Es una buena práctica, para llamarle e invocarle todos los días pidiendo su ayuda.
También nos podemos hacer idea de la relación tan estrecha que deben tener los ángeles de la guarda de los esposos. Es una hermosa costumbre invocar a nuestro ángel para que interceda a través del ángel de nuestro/a esposo/a y le ayude. A veces, cuando no está abierto a escuchar, quizás su ángel le guíe.
Tú Señor, nos mandas de dos en dos, para ser luz y con el anuncio, demos testimonio de comunión. Uno solo no puede. En aquel tiempo la gente al ver a tus discípulos exclamaban: mirad cómo se Aman. Así tiene que suceder hoy con nuestro matrimonio, llamar la atención por cómo nos amamos. Es una hermosa manera de evangelizar, una evangelización misionera, como pide el Papa en la Evangelii Gaudium.
¡Hay tantas personas perdidas, que equivocan la ruta, otras sufriendo y otras paralizadas por el hielo de la frialdad, que no se mueven ya por nada y se han hecho insensibles al amor, al verdadero amor! ¡Hay tantas necesidades!
Nos mandas donde piensas ir Tú, Señor. No nos cabe duda, de que no es casualidad que pongas personas en nuestro camino porque quieres llegar a todas ellas.
Te pedimos Padre que envíes obreros a Tu Proyecto de Amor Conyugal. Matrimonios que quieran construir sobre roca y luego anunciar la verdad del amor conyugal, sobre la que se puede construir una vida de santidad. Curamos en Tu nombre y eso significa que Tu reino está cerca para los que lo necesitan.
De dos en dos, los matrimonios nos ponemos en camino, en el camino de la construcción. Un camino hacia el origen, donde Tú nos haces nuevos, purificas nuestra mirada mutua y transformas nuestra unión conyugal. No nos podemos detener en distracciones pues andamos en un mundo lleno de seducciones, tentaciones… No podemos llevar sandalias para recorrerlo, pues sólo descalzos, con la humildad, avanzamos. Y no tenemos miedo, pues Tú siempre triunfas y Tu paz nunca se muda.
Te pedimos Padre que seamos uno en Tu Espíritu Santo, pues de la Unión nace la fuerza (como decía Monseñor Reig Pla).
Oración del Papa a la Santa Familia por el Sínodo:
http://proyectoamorconyugal.wordpress.com/2014/09/30/oracion-a-la-santa-familia/