EVANGELIO
El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 2, 23-28
Sucedió que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban arrancando espigas.
Los fariseos le preguntan:
«Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?»
Él les responde:
« ¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre como entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, y se los dio también a quienes estaban con él».
Y les decía:
«El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado».
Palabra del Señor.
Nota: Próximas misiones
- Anuncio en Marbella: 19 de enero. Parroquia Santo Cristo del Calvario. 20:30h
- Anuncio en Córdoba: 20 de enero. Parroquia Ntra. Sra. de la Consolación 18h. C/ Historiador Dozy 20
- Testimonio en Barcelona (Maribel y Marcus): 20 de enero a las 17h. Basílica de la Purísima Concepción. Aragó 299, Barcelona.
- Breve testimonio en la Semana de la Familia de Sevilla: 27 de enero.
- Anuncio en Sevilla: 28 de enero a las 11:30 en la Parroquia del Espíritu Santo. Calle San Isidro Labrador. Mairena del Aljarafe (Sevilla)
- Retiro para matrimonios en Madrid 2 a 4 de febrero. COMPLETO puedes inscribirte en lista de espera en el siguiente enlace: https://goo.gl/forms/7lUuhJUvnUbtos103
Para más información sobre el retiro pincha aquí: https://wp.me/p6AdRz-PN
El grifo está hecho para mi esposa.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)
Vivir este Evangelio, supone buscar una conversión gradual del alma y del cuerpo. Esa conversión empieza por el hombre interior y va emergiendo hacia el exterior llevándome a descentrarme de mí mismo para poner la mirada en el Amor como centro de mi vida.
Todos los matrimonios discutimos sobre casuísticas de nuestras vidas, y solo conseguimos con esto ponernos en oposición desde nuestras diferencias y mirándonos desde arriba el uno al otro. Con este Evangelio el Señor me exhorta a poner la mirada siempre en el amor. No debe ser mi yo, ni mis leyes, ni mis normas los que gobiernen mis decisiones y acciones. Debe ser el Amor el que gobierne mi vida y lo controle todo. Mi relación con mi esposo es una relación de amor. ¿Quién la gobierna? ¿Mi cabeza o mi corazón?.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Ramón: Cariño, te dije que dejaras las llaves en la entrada. (10 min más tarde) Te has dejado la puerta del lavadero abierta y entra frío. (10 min más tarde) ¿Por qué metes mis calcetines siempre en el cajón de los niños? (5 min más tarde) Te has dejado goteando el grifo de baño, estamos tirando el agua, con lo carísima que está…
Marta: ¿Quieres dejar de agobiarme ya?
Ramón: ¡Pues haz las cosas bien! ¿Te vas a quejar encima?
Marta: Ramón, tengo que hablar contigo, las cosas no van bien. Estoy sufriendo desde hace tiempo, me tienes asfixiada. Mira, necesito tu comprensión…
Ramón: (Le corta) Tú siempre con tus lamentaciones. Yo me limito a decirte las cosas y eres tú la que no haces caso.
Marta: Ramón, sabes que soy despistada. Yo lo intento, pero no me sale.
Ramón: Eso es porque no pones interés.
(Pero Ramón lee este Evangelio y lo medita)
Ramón: (Rezando: El llavero está hecho para mi esposa y no mi esposa para el llavero, las puertas han sido hechas para mi esposa y no mi esposa para las puertas, el grifo ha sido hecho para mi esposa, y no mi esposa para el grifo…) Cariño, perdona!! Llevo tiempo poniendo mis leyes por encima del amor entre nosotros. Quiero poner como prioridad escucharte y comprenderte. ¿Podemos quedar esta noche y me cuentas?
Marta: ¡Gracias a Dios! Lo necesito mucho, Ramón. Te quiero mucho, pero estoy muy hundida con tantas correcciones. Me siento inútil…
Ramón: Perdóname, preciosa. Te quiero.
Madre,
A veces llevamos nuestro matrimonio con la cabeza y nos olvidamos del amor. Ayúdanos a centrar nuestros esfuerzos en lo importante. Al atardecer de la vida nos examinarán del amor. Te quiero, Madre. Te quiero, esposo.