Esperando en silencio. Comentario para Matrimonios: Mateo 12, 14-21

EVANGELIO

Les mandó que no lo descubrieran. Así se cumplió lo dicho por el profeta.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 12, 14-21

En aquel tiempo, al salir de la sinagoga, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús.
Pero Jesús se enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron.
Él los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran.
Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías:
«Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, en quien me complazco. Sobre él pondré mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, nadie escuchará su voz por las calles.
La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no lo apagará, hasta llevar el derecho a la victoria; en su nombre esperarán las naciones».

Palabra del Señor.

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Esperando en silencio.

No voceará no gritará por las calles… Señor, Tú no elegiste un camino llamativo ni protagonista. Tú nos estás marcando un camino sencillo, a la sombra, sin aspavientos: Un Proyecto de Amor Conyugal en nuestros hogares. Porque Dios trabaja en lo íntimo, en lo cotidiano.
Muchas veces, cuando hablamos del Proyecto de Amor de Dios para con los esposos, la gente nos pregunta: ¿Y si uno se entrega al esposo, y el otro no le corresponde?
La pregunta es muy buena, y no tiene fácil respuesta, porque el amor, no es desinteresado. El amor espera amor, pide amor. Dios mismo nos «manda» que le amemos sobre todas las cosas. ¿No voy yo a esperar que mi esposo me ame? ¡Es natural! Hemos sido creados para amar y ser amados a imagen de Dios.
Pero aquí estamos amando, esperando a que se sane la caña cascada, con la Esperanza puesta en Él. Dios hará. Seguro.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Alicia: Tengo sed, necesidad de un amor recíproco, un amor de comunión que no recibo, al menos no en plenitud. Ya no sé qué más hacer.
Matrimonio Tutor: La respuesta nos la da hoy el Evangelio: Dios, a través de Cristo, pone sobre nosotros Su Espíritu, para que anunciemos el derecho. Esperamos en Su nombre y la caña cascada no la quebramos, como Él no la quiebra: No rompemos con ese amor quebrado, imperfecto; ese que de vez en cuando tenemos la tentación de desechar. Seguimos intentando reavivar constantemente nuestras mechas humeantes, ya casi extintas por la rutina, enderezar nuestras cañas dobladas por la inconsciencia, la tibieza o el pecado.
Alicia: Y ¿cuándo llegará?
Matrimonio Tutor: Esperamos en Su nombre a que se implante el derecho. Derecho a amarnos y a amar juntos a Dios. Derecho a amar y ser amados plenamente. Él curó a todos los que le siguieron ¿No hará lo mismo con nosotros si le seguimos? No podemos estar mirando cuándo llegará, sino cuánto amo mientras llega. Una entrega silenciosa, sin reproches, misericordiosa, con ese estilo de amor inconfundible que va más allá de la justicia. ¿No es esto suficientemente heroico? ¿No es esto de santos? Llegará, antes o después. Tranquila. Dios no defrauda nunca. Tú haz lo que tienes que hacer.

Madre,

Qué hermosa la Palabra de Dios, que llama a su Hijo, «Mi predilecto». Yo también tengo “mi predilecto/a”, mi esposo/a, y deseo estar unido a él/ella en una profundísima unidad, para toda la eternidad. Gracias Padre por esta oportunidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *