EVANGELIO
Te seguiré adondequiera que vayas.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 57-62
En aquel tiempo, mientras Jesús y sus discípulos iban de camino, le dijo uno: «Te seguiré adondequiera que vayas».
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».
A otro le dijo: «Sígueme»
Él respondió: «Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».
Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».
Jesús le contestó: Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».
Palabra del Señor.
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Entrega o fracaso.
Tres características necesarias para seguir a Jesús. La primera es que no debemos tener otras seguridades a las que aferrarnos. La segunda es que renunciaremos a todo lo caduco para dar prioridad al seguimiento a Cristo. Y la tercera es que ya no contemplaremos otras opciones más que la de seguirle. Es necesaria por tanto una determinada determinación para seguir a Jesús, o me perderé por el camino centrado en mi vanagloria, en lo material, en los placeres o en deseos contrarios a la voluntad de Dios.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Jaime: Cuando me casé contigo, no sabía realmente lo que estaba haciendo. Me imaginaba una vida agradable a tu lado. Sabía que quería estar contigo, y nada más.
Marta: Ya. Eso nos pasa a casi todos.
Jaime: Después pasé por una etapa de desengaño. Las cosas no eran como había imaginado. Me sentía como engañado, como atrapado en una historia que no era la que yo deseaba que fuese la mía. Y luego comprendí. En el matrimonio, o te entregas de verdad o fracasas. Tenía que ir con todo, dispuesto a todo, a renunciar a todo, y sin mirar lo que dejo atrás, sino la promesa y la grandeza del plan de Dios para nosotros. Al principio me daba un poco de vértigo ir así, entregando un cheque en blanco, pero lo empecé a hacer y ¿sabes qué descubrí?
Marta: ¿Qué?
Jaime: Que te estaba amando. Y eso me llena. Me siento bien conmigo mismo, me siento bien contigo, mi vida ha cobrado sentido, tengo paz interior y soy feliz viéndote feliz.
Marta: Te amo, Jaime.
Madre,
Jesús me dice que le siga. Dame la fortaleza, la paciencia, la humildad… para seguirle hasta las últimas consecuencias. Siempre sí, siempre siempre, sí. Alabado sea mi Señor.
O te olvidas del yo o no llegaras al tú
Seguir a Dios debe ser el centro de la vida del cristiano. Para el matrimonio ese centro ya no es a nivel individual sino que implica a ambos cónyuges. Vivir el evangelio obliga al matrimonio a llevar una existencia de mutua entrega con la idea de santificarse y que en su entorno se perciba esa unión y ese compromiso con el evangelio.
Virgen María, Madre Ntra. Ayúdanos a ser fieles a los mandatos del evangelio y saberlo transmitir.
Yo hice el retiro hace ni 20 días, pero la imagen de Dios creando a mi marido y a mí para él,se me ha quedado tan grabada que me llena de ilusión y de fuerza, le da sentido a todo y es que esa Palabra se ha hecho vida en mí por la Gracia del Espíritu Santo y la intercesión de María.No se puede morir al yo solo con la buena voluntad ,es necesaria la Gracia que he recibido allí y sigo pidiendo cada día. Es verdad que somos mendigos de la Gracia