El que persevere en el amor, sin caer en la frustración o la desesperanza, salvará su matrimonio y se salvará a sí mismo.
EVANGELIO
No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 17-22
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«¡Cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa; para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán.
Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará».
Palabra del Señor.
Avisos:
- Retiro en Madrid: 18-20 de enero (Casa Oblatos) Completo
- Anuncio en Valencia: (Inauguramos ciudad!!) Viernes 25 de enero a las 20:30 en la parroquia de San Pascual Bailón.
- Retiro en Sevilla: 15-17 de febrero en Betania
- Retiro en Madrid: 22-24 de febrero (El Escorial)
- Retiro en Madrid: 8-10 de marzo (Casa Oblatos)
El antídoto contra la muerte del amor.
Seguir a Jesús nos compromete, y por ello seremos juzgados por muchos que nos condenarán en su corazón. Otras muchas dificultades nos encontraremos en el camino del Señor, pero ya lo dice Él: El que persevere, se salvará. La clave está en la perseverancia. De ello vamos a hablar.
Soy responsable de perseverar en el amor o no, y de eso seré juzgado, porque eso sí depende de mí. ¿Cuál es el enemigo nº1 del amor? No son los pecados del otro, no son sus actitudes, ni su forma de ser. El enemigo nº1 del amor es la frustración o la desesperanza. El que persevere, salvará su matrimonio y se salvará a sí mismo. Por tanto, el antídoto contra la muerte del amor es… la perseverancia. ¡Ánimo esposos!
Aterrizado a la vida matrimonial:
Antonio: Ella se levantó con mala cara. Dice que lleva mucho tiempo mal conmigo. Anteayer la llevé la cena a la cama. Ayer por la mañana la llevé el desayuno. Recogí la cocina. Le hablo con cariño constantemente y ella no hace más que reprocharme. En cuanto la veo hacer algo, me acerco a ver si puedo ayudar, y hago todo lo que me pide. Cada rato la digo que está muy guapa y la doy un beso… Intento transmitirle un poco de alegría, con música, y me dice a lo mejor que no le gusta lo que le pongo o me pide que la quite… Me cuenta lo que la duele y me ofrezco a darle todo lo que pide: Algún regalo, que hace tiempo que no se lo hago. Pero luego me dice que no, que algún detalle y me quedo con la copla. Me siento impotente, y sigue distante…
¿Qué hago? ¡Ah! ¡Ya! ¡Perseverar! Gracias Señor.
Madre,
Ayúdanos a perseverar, aunque creamos que nuestro Proyecto de Amor es imposible, que no tiremos la toalla, que sigamos luchando por lo que Dios nos pide: Que nos amemos como Él nos ama. Esa es la misión, y Él no deja de amarnos nunca, hagamos lo que hagamos. Ayúdanos Madre, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.