EVANGELIO

El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 8-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios.
Todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre podrá ser perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.
Cuando os conduzcan a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué razones os defenderéis o de lo que vais a decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir».

Palabra del Señor.

Contra toda esperanza.

¡Qué bueno! Saber que el Señor me defenderá ante los ángeles de Dios en el juicio si yo lo defiendo aquí en la Tierra. Un buen motivo para no callarme, para hablar de Él y de todo lo Suyo sin miedo al qué dirán o qué pensarán. Con la libertad de los hijos de Dios.
¿Y a mi esposo, como mediación del Señor? ¿Y mi matrimonio como lugar donde reside Cristo? ¿Los defiendo con los misma fuerza?

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ana: Ayer mis pasiones desordenadas intentaron empujarme a juzgarte. Pero ¿Sabes qué? Que salí en tu defensa como si del propio Cristo se tratara.
Carlos: Y ¿Conseguiste dominarlas?
Ana: Gracias a Dios, el Espíritu Santo en mi amor por ti es más fuerte, y apoyándome en la esperanza, conseguí, contra toda esperanza, volver a verte maravilloso.
Carlos: Espectacular, Ana. Esperando contra toda esperanza. ¡Cuánto estás creciendo en el amor! Te admiro mucho. ¿Sabes?

Madre,

Te pedimos el Espíritu Santo en nuestro amor, en toda Su intensidad. Alabado sea Dios.