Tengo que entrar en el corazón de mi esposo/a, descubrir su interior con la ayuda de Dios, para ganarme su confianza.
Un matrimonio que se conoce y conoce al Señor, ha de ver cosas mayores.
EVANGELIO
Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel
Lectura del santo Evangelio según san Juan 1, 43-51
En aquel tiempo, determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Felipe y le dice: «Sígueme».
Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?».
Felipe le contestó: «Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?».
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.
Avisos:
- Retiro en Madrid: 18-20 de enero (Casa Oblatos) Completo
- Anuncio en Valencia: (Inauguramos ciudad!!) Viernes 25 de enero a las 20:30 en la parroquia de San Pascual Bailón.
(De los siguientes retiros no se han abierto las inscripciones. Informaremos más adelante)
- Retiro en Sevilla: 15-17 de febrero en Betania
- Retiro en Madrid: 8-10 de marzo (Casa Oblatos)
- Retiro en Barcelona: 15-17 de marzo (Casa de Espiritualidad María Inmaculada, Tiana)
- Retiro en Cádiz (Chipiona): (Inauguramos ciudad!!!) 10-12 de mayo, Santuario de Regla.
- Retiro en Navarra (Javier): 31 de mayo, 1 y 2 de junio.
Con Todo Junto.
Cuando siento que alguien me conoce, puedo vivir una relación de confianza, porque no caben los prejuicios. Me siento cómodo junto a alguien que me conoce. Esto le ocurrió a Natanael. El Señor le demostró que conocía su corazón y esto le hizo confiar en Él a pesar de las dudas que le asaltaban.
Qué importante conocer al Señor y saber que Él me conoce. Me hace sentirme tan a gusto a Su lado. Rezar de boquilla o rápido, no sirve. Tengo que entrar en Su corazón para descubrir que Él está en el mío.
Lo mismo ocurre en mi relación matrimonial: Tengo que entrar en el corazón de mi esposo, conocerle, que sienta que le conozco, para comprender sus dificultades, lo que hace y por qué. Sólo así, conociéndole, me dará su confianza. El prefijo “con” significa todo o junto. Con-ocer + con-finaza, es tenerlo todo junto. Qué importante es dedicar horas a escuchar y conocer a mi esposo. Un matrimonio que conoce al Señor y se conocen entre ellos, tienen Su confianza, y han de ver cosas mayores.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Pedro: La veía como un ramillete de defectos, parecía que me quería fastidiar continuamente, creía que no era consciente de sus defectos, y el Señor me mostró su pequeñez, su lucha interior, su amor sincero hacia mí coartado por sus inevitables limitaciones. Veía a una mujer insoportable y ahora veo el tesoro que Dios me ha dado.
Madre,
Qué fácil es dejarnos llevar por las sensaciones que nos llevan a la perdición. Está claro que profundizar es más costoso, hace falta salir de uno mismo y trabajar para descubrir el interior del otro con la ayuda de Dios, pero merece la pena conocer el gran don que Dios me ha dado. Gracias Señor por mi esposo. Infinitamente ¡Gracias!
¿Nos parecemos a Natanael?
¿Qué se creía, el mejor israelita?
Sin embargo, Jesús, «el Nazareno», hace caso omiso al comentario de Natanael y lo elige para uno de sus íntimos. Continua haciendo lo mismo con nosotros… No podemos creernos matrimonios mejores porque nos ha permitido conocerlo más de cerca… Seamos humildes, como Natanael cuando comprendió quién era el maestro y seamos discípulos que llevemos a muchas parejas al matrimonio y, de esta manera, a Jesús… Más que palabras el mundo necesita ejemplos vivos de los que poder decir: «¿cómo se aman?… ¡Por sus frutos los conocereis!»