Con nombre de mujer. Comentario para Matrimonios: Mateo 12, 38-42

EVANGELIO

Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 12, 38-42

En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús:
«Maestro, queremos ver un milagro tuyo».
Él les contestó:
«Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pero no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón».

Palabra del Señor.

Avisos:

Con nombre de mujer.

La sabiduría no es algo inventado por la intelectualidad y la cultura humana, que lo único que hacen es interpretar o modificar lo que ya había. La Sabiduría es esa belleza invisible engendrada por Dios, con nombre de mujer, por la que nuestra alma siente una atracción fortísima. Muchos estarían dispuestos a morir por conquistarla. El hecho de que exista la Sabiduría provoca una sed en mí que no me dejará descansar del todo hasta que no sea completamente mía. Pero, como digo, no es un invento del hombre, sino que ha sido engendrada por Dios. De Él procede todo y nuestra sed es la que nos atrae a conocer ese Todo Suyo. ¿Qué potencia no sólo es capaz de abarcar toda la Sabiduría sino de haberla engendrado de la nada? Ha sido mi Padre.

¿Qué misterios rodean mi vida? ¿Qué misterio has puesto en mi alma? ¿Qué misterio has inscrito, oh Dios, en mi vocación? ¿Qué misterio has sembrado en mi esposo? ¿Qué misterio explica su alma? ¿Cómo será la unión total de nuestras almas en ti? Tengo sed…

Aterrizado a la vida matrimonial:

Luis: Dios ha sembrado en mí una llamada especial a conocer mi vocación, y mi vocación eres tú. Siento que me queda tanto por conocer del misterio que hay en ti… Y conocerte profundamente posibilita hacerme uno contigo. Esposa, descubro que en ti hay un misterio que no alcanzo a terminar de descubrir. Cada vez que lo intento es como coger un “puñado” de agua del océano. No basta con conocer tus sentimientos, que son como una capa muy exterior a ti. Quiero conocer tu esencia, que Dios, que se encuentra en el centro de tu alma, me la muestre para poder amarte.
Marta: Luis, me admira cuánto me amas, pero me admira aún más cuánto deseas amarme. Me uno a tu petición para que Dios me muestre también tu esencia y así pueda comprenderte mejor y adentrarme en ti.

Madre,

Como la reina de sur, quiero emprender ese camino largo y difícil que me lleva al corazón de mi esposo, aunque tenga que ser desde los confines de la tierra. Madre, guíame en esta misión. Por Jesucristo, Tu Hijo, nuestro Señor. Amén.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *