El Señor ha venido a salvar lo que estaba perdido y mi misión es colaborar en la salvación de mi esposo/a: ganármelo/a, reconquistarlo/a para ayudarlo/a a salir de su tiniebla.
EVANGELIO
El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 1-10
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
Palabra del Señor.
Notas: Próximas misiones.
- Anuncios en Madrid noviembre:
- HOY martes 20 a las 20:30h en San Juan Crisóstomo
- Retiro en Valladolid: 23, 24 y 25 de noviembre (Casa de Espiritualidad Sagrado Corazón) Apertura de inscripciones jueves 18/10 a las 20h. Infórmate aquí: http://wp.me/p6AdRz-1px
- Retiro en Pamplona: 14, 15 y 16 de diciembre (Casa de Javier) Infórmate aquí: http://wp.me/p6AdRz-1r4
- Ver más en https://proyectoamorconyugal.es/misiones-y-noticias/
Con la “S” grabada.
Son muchas las veces que imaginariamente, etiqueto a mi esposo la “Z” de “Zaqueo”, y lo archivo en la carpeta de casos perdidos. He intentado ya de todas las maneras posibles que mejore, que cambie, que deje de montar escenas delante de los niños, que tome conciencia del daño que me hace, que abandone sus egoísmos, que abandone la frivolidad y vaya teniendo inquietudes más profundas, que rece… y nada. ¡No tiene remedio! Me digo a mis mismo con un dolor muy grande. Si cambiara, qué hermosa podría ser nuestra vida.
Pero hoy el Señor me dice que ha venido a salvar lo que estaba perdido, y creo que el que se tiene que grabar una letra en la frente soy yo: La “S”. ¿La de Superman? ¡No hombre…! La “S” de “Salvar” en colaboración con Cristo. Así que, en lugar de descartarle, voy a ver cómo me gano a mi esposo, cómo lo reconquisto, para después ir ayudándole poco a poco a salir de su tiniebla. Entonces, es cuando Superman se queda pequeño, porque ante la obra de Dios, todo se queda pequeño. Dios es admirable.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Arturo: Mi mujer sigue ahí, dale que te dale, con lo que hice, con lo que le dije… parece un disco rayado. Le he dicho muchas veces que deje de pensar en el pasado, que ya le pedí perdón por todo aquello, pero no hay manera. Es un caso perdido.
Matrimonio Tutor: Perdona, Arturo. Para Dios no hay casos perdidos. Quizás deberías cambiar la táctica.
Arturo: Y ¿Qué hago? Si ya lo he probado todo…
Matrimonio Tutor: Durante esta semana, hasta que nos volvamos a ver, te vamos a poner la tarea de agradar a tu esposa. Cómprale el dulce que le gusta, llévale flores, invítala a cenar, dile lo guapa que está… Sólo se permiten frases agradables. Ah! Y muy importante. Hazlo en el nombre del Señor.
(A la semana)
Matrimonio Tutor: ¿Qué tal ha ido?
Arturo: Me ha costado mucho, porque no estoy habituado.
Matrimonio Tutor: (Interrumpe) Claro, ese es el problema. Pero, sigue, sigue, perdona.
Arturo: Al principio me miraba con cara rara, y me preguntaba a qué venía eso. Como si se pensase que le iba a pedir algo a cambio. Pero aún así, me lo agradecía con cierta inseguridad. Después, se fue relajando y empezó a acoger mis gestos con alegría. Parecía que se le había cambiado la cara. Estoy en cantado con los resultados.
Madre,
Gracias por esta misión de colaborar en la salvación de mi esposo, de mis hijos y de otros matrimonios. Es mucha responsabilidad, pero es una misión preciosa. Te pido Madre, que en los momentos de dificultad no me mire a mí sino que centre mi atención en la misión. Alabado sea Dios!!
Podremos leer en el evangelio que Zaqueo quería ver a nuestro Señor, pero que era pequeño de estatura. ¿Qué hizo? Se subió a una higuera seca. Esto es lo que el hombre sigue haciendo. Desea ver a aquel que obra prodigios y causa tumulto en su interior, pero no tiene una talla adecuada para ello, es demasiado pequeño. ¿Qué hace entonces? Tiene que subirse a la higuera seca. La higuera muerta significa la muerte de los sentidos y de la naturaleza y de la vida del hombre interior sobre el que Dios se inclina.
¿Qué dice Dios nuestro Señor a Zaqueo? BAJA DEPRISA, ZAQUEO, HOY HE DE HOSPEDARME EN TU CASA»
Debes descender, no debes retener ni una gota de consolación de todas las impresiones que tienes en la oración, sino descender a tu pura nada, a la pobreza, a tu impotencia. Si sigues atado a alguna cosa de la naturaleza cuando la verdad ya te ha iluminado, no posees todavía la luz, no es tu posesión :naturaleza y gracia siguen trabajando conjuntamente y todavía no has llegado al abandono perfecto, a la pureza consumada. Por esto, Dios invita al hombre a bajar, es decir, lo llama a una renuncia completa, a un desapego de la naturaleza :¡Porque hoy e tengo que alojar en tu casa! ¡Pidamos a la Madre de todos los matrimonios que lleguemos a este hoy eterno!