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RETIRO MATRIMONIOS CÁCERES 14 – 16 FEBRERO 2025

RETIRO MATRIMONIOS CÁCERES 14 – 16 FEBRERO 2025

¿Soy una tortura? Comentario para Matrimonios: Lucas 20, 27-40

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Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 20, 27-40

En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:
«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano». Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer».
Jesús les dijo:
«En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.
Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».
Intervinieron unos escribas:
«Bien dicho, Maestro».
Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas.

¿Soy una tortura?

Dios ha establecido cómo deben ser las cosas para pasar de nuestra historia de pecado a la gloria de la redención, y el camino es el de la gran tribulación. Pero para sobrellevar este camino es necesario contar con la gracia, y para los esposos en concreto, es necesaria la gracia del Sacramento del Matrimonio.
Pero el Señor llegará con toda Su gloria para llevarnos a las Bodas del Cordero. Entonces, ya no será necesaria la gracia creada, no será necesario el Sacramento del Matrimonio, porque veremos a Dios cara a cara y su visión beatífica será la que nos una para la eternidad.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Teresa: Me cuesta aceptar nuestra imperfección. Miro a Jesús y me encanta y me enamora, pero luego me cuesta despegarme de Su mirada para mirarte a ti con tu pecado.
Luis: Lo entiendo, porque tienes ansias de cielo, has sido creada para la gloria, pero no tendremos acceso a la gloria si no vivimos primero la cruz.
Teresa: No, si yo cruces vivo muchas. Cada una de tus faltas de delicadeza supone una cruz para mí.
Luis: Ya, pero ¿Me amas realmente? O sólo soy una tortura para ti que te permite ofrecerte al Señor. Si no te amo por ti misma, si no me entrego por ti, por amor a ti, no estoy viviendo realmente la cruz de Cristo.
Teresa: Eso me cuesta más. Amarte con tus pecados que me hieren.
Luis: Pidámosle juntos al Señor que purifique nuestra mirada para ver el don en el otro, para descubrir el valor de la imagen de Dios en ti y tú en mí y entonces entregarnos realmente por amor.

Madre,

Si conociera el don de Dios en mi esposo… Alabado sea por siempre.

Unión de intimidades. Comentario para Matrimonios: Lucas 19, 45-48

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 45-48

En aquel tiempo, Jesús entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles:
«Escrito está: “Mi casa será casa de oración”; pero vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”».
Todos los días enseñaba en el templo.
Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían qué hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él, escuchándolo.

Unión de intimidades.

Qué maravilla el Evangelio. La Palabra. Qué don de Dios tan inmenso. En Ella Él nos muestra Su misterio, Su Corazón, Sus planes, Su Amor a mí, Su Amor a mi esposo…
En la oración conyugal del Evangelio diario podemos ir creando esa relación de intimidad juntos ¡Con Dios! Sentirnos hijos del Padre, hijos de la misma Madre, esposos del Esposo, impregnados del Amor del Espíritu Santo hasta la médula.
Ya no me siento siervo, me siento familia de Dios, y experimento cómo Él nos une y así, siendo uno, nos va incorporando a Su Corazón.
Ahora nuestro Matrimonio es casa de oración en todo momento.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Carola: Alberto, tú y yo hablamos de muchas cosas a lo largo del día, menos de lo más importante, que es Dios.
Alberto: Hoy me ha emocionado ver cómo el Señor entraba en ti en la comunión.
Carola: He pensado que en vez de hablar de otras cosas, me gustaría hablar más de Él y saborear Su presencia ¿Qué te parece?
Alberto: Me parece que voy a ir encargándome un hábito trapense.
Carola: Jajaja Pues mira, no te sentaría nada mal. Jajaja. Qué bromista eres. Me encanta.
Alberto: Bueno, ya en serio, sé que me va a costar, porque me da cierta pereza, pero es cierto que, cuando Él está entre nosotros nos une de una manera muy especial.
Carola: Gracias, Alberto. Eres maravilloso.

Madre,

Que nuestro Matrimonio sea casa de oración. O hablar de Dios y de Sus cosas o ¿Para qué hablar? Alabado sea por siempre.

Autolamento vs. Eucaristía. Comentario para Matrimonios: Lucas 19, 41-44

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Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 41-44

En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía:
«¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos.
Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el tiempo de tu visita».

Autolamento vs. Eucaristía.

Hay dos tipos de sufrimiento y una contraposición entre ambos. Uno es el dolor por amor propio y el otro es el dolor por amor de Caridad. De manera natural vivo el dolor que me causan los que me ofenden, los que me desprecian o los que no me valoran. Ese no es el dolor sobrenatural de la Cruz de Cristo. Más bien es un sufrimiento egoísta que ahoga el alma, que endurece el corazón. En cambio el dolor de caridad es un sufrimiento por amor al que necesita ser rescatado. Este dolor es corredentor.
También hay otro dolor de autolamentación que se origina a causa de la falta de aceptación de mis propias miserias y, en contraposición hay otro que es el dolor de corazón, que es un dolor por amor, en el que no miro hacia dentro, sino el dolor por no haber entregado a otros el amor que he recibido. El primero es el dolor de Judas Iscariote y el segundo es el dolor de Pedro (Cefas).
El dolor de Cristo es el dolor por ver lo que se están perdiendo por no acogerle y no acoger el reino de Dios. Es un dolor por caridad, y la reacción ante ese dolor, obviamente, nunca es el reproche o la recriminación. La reacción siempre es la Eucaristía, la propia entrega por caridad, en sacrificio, por la salvación de los pobres pecadores, porque no saben lo que hacen. Hagamos eso en memoria Suya.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Valentina: (En la oración conyugal) Señor, perdóname, porque llevo tanto tiempo autolamentándome y sintiéndome víctima por el daño que me causaba mi esposo Jose, que no he sabido vivir el sufrimiento por amor a él, ese que es realmente corredentor porque en él me uno a Ti y colaboro en Tu redención.
Jose: Señor, te estoy tan agradecido por el don de Vale. Te pido perdón y le pido perdón a ella porque he estado más centrado en no aceptar mis propias miserias y revelarme contra ellas que en darle a mi esposa el amor que Tú me entregas para que se lo administre en Tu nombre.
Valentina: Pero ahora Señor, miro a mi esposo y lo veo tan bonito, me enternece tanto verle luchando en sus dificultades, que he decidido dedicar mi vida a entregarla por él sin volver a lamentarme de mi dolor, sino entregarme como merece, por su salvación.
Jose: Pero ahora, Señor, me has hecho ver el valor de Vale y he decicido entregar mi vida por su santificación para que llegue a ti, humillándome y haciéndome pequeño para ser ese escalón sobre el que ella se puede apoyar para acercarse a ti.

Madre,

Que vivamos con Cristo el dolor por amor, el que puede ser ofrenda agradable a Dios en Cristo. Con Cristo por Él y en Él, a ti Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, toda la gloria.

RETIRO MATRIMONIOS MÁLAGA 31 ENERO – 2 FEBRERO 2025

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