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EVANGELIO
No he venido a traer paz, sino división.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 49-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo, tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra».
Palabra del Señor.
Esposos ardiendo.
Jesús viene a prender fuego a nuestros corazones. ¿Siguen ardiendo? Es un fuego de amor, y en nuestro caso, nos llega a través del matrimonio. ¿Sigue ardiendo la llama del amor entre nosotros?
Aterrizado a la vida matrimonial:
Marta: Una prueba de que nuestro amor goza de buena salud es que va cada vez a más. ¿Tú cómo lo vives?
Martín: A ver, tengo mis días, pero la tendencia sí es creciente.
Marta: A mí me pasa que a veces me quedo encallada en los recuerdos que me llevan al resentimiento contigo, y eso impide que siga creciendo. Pero en seguida me doy cuenta de que ese no es el camino y dejo la actitud exigente que ahoga el amor.
Martín: A parte de las caídas, a mí el Señor me va permitiendo ver el valor que tienes, cada día con más claridad. Es algo que sólo se puede ver con los ojos de la fe.
Marta: Qué grande es el Señor, que nos permite adentrarnos en Sus misterios.
Martín: Qué grande es el Señor.
Madre,
Danos el fervor que necesitan nuestros pequeños corazones. Alabado sea el Señor.
Proyecto Amor Conyugal en colaboración con la Parroquia Santos Inocentes de Madrid,os invita a participar en un retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio (según San Juan Pablo II) y experimentar la Alegría del Amor (según el Papa Francisco).
¿A quién va dirigido este retiro? A todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio o aquellos que en el momento de la inscripción no tienen impedimento alguno para contraer el Sacramento del Matrimonio, y que quieran vivir una EXPERIENCIA de AMOR juntos, estén en crisis o no. A todos los que quieran fortalecer y reavivar su Sacramento del Matrimonio.
FECHAS: Será desde el viernes 24 de noviembre a las 18:00h hasta el domingo 26 de noviembre a las 17:30h.
LUGAR: Casa de Oración La Cruz, Antonio Machado, 4, ROBLEDO DE CHAVELA
PRECIO: (Incluye alojamiento, pensión completa y gastos diversos)
Adultos: 290 € por matrimonio.
Suplemento económico para ayuda a otras familias: Podéis aportar una cantidad adicional, a voluntad, que es muy importante para ayudar a otros matrimonios con dificultades económicas que quieren hacer el retiro.
Subvenciones: Si alguna familia no puede asistir por problemas económicos que nos lo comente, por favor.
¿Cuándo? Lo antes posible. Se suele llenar en pocos minutos.
Nos pondremos en contacto con vosotros para confirmaros la reserva de plaza y daros las instrucciones para realizar el pago o indicaros si estáis en lista de espera. En caso de que no hubiese plazas disponibles.
Sobre Proyecto Amor Conyugal:https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de está compuesto por matrimonios católicos que profundizamos en nuestra vocación conyugal y que ayudamos a otros a convertir su matrimonio en algo GRANDE.
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EVANGELIO
Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 39-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa.
Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
Pedro le preguntó:
«Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?».
Y el Señor le dijo:
« ¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas?
Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad
os digo lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si aquel criado dijere para sus adentros: «Mi señor tarda en llegar», y empieza a pegarles a los criados y a criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.
El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá pocos.
Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más se le pedirá».
Palabra del Señor.
La punta del iceberg.
A los que hemos recibido la llamada al matrimonio, no nos valdrán las excusas por las dificultades que estemos pasando. El matrimonio es un don inmenso y cuanto más descubrimos de esta maravilla de vocación, más nos sorprende y más nos maravillamos. Se nos ha dado mucho: Un hijo de Dios que nos cede como misión para esta vida y un vínculo sagrado en el que Cristo se compromete a estar y que es sellado y fecundado por el Espíritu Santo. Todo a imagen de Dios.
A los que Dios nos ha entregado el matrimonio, nos ha dado mucho, muchísimo, y no valdrán las excusas que nos ponemos para no entregarnos al cien por cien. La mayoría de las veces son excusas más de corte infantil que de personas que han madurado en el amor.
¿Qué le diremos al Señor? ¿Que el otro empezó primero? ¿Que no me valora? El matrimonio es una obra de arte sobrenatural y se nos ha dado la gracia necesaria para construirlo. No caben las excusas.
Y qué decir de los que hemos recibido la misión de Proyecto Amor Conyugal, este Proyecto misionero que es un tesorazo increíble para la salvación del matrimonio y la familia, que está dando unos frutos indescriptibles y en el que nada ni nadie nos puede parar a entregarnos a tope al servicio de María. Hay tantos matrimonios que esperan recibir la buena noticia, que no puede haber motivos que nos lo impidan.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Lucas: Ana, estoy flipando con lo de nuestro matrimonio. Es un misterio tan sagrado, tan semejante al amor de Dios, tan divino, que ahora cuando recuerdo nuestra antigua relación basada en parámetros terrenales, me entran escalofríos. Es como haberlo pisoteado y mancillado. Me avergüenzo tanto…
Ana: A mí me pasa igual. A veces lo recuerdo y me avergüenzo tanto… Y lo peor, es que tengo la seguridad de que nos queda aún un abismo por descubrir, que no hemos alcanzado a ver nada más que la punta del iceberg. Es estremecedora la semejanza entre el matrimonio y la Eucaristía, cómo la Eucaristía lo alimenta pero el matrimonio es signo de la Eucaristía. Es significado de la entrega de los cuerpos… La liturgia de los cuerpos, como la llama San Juan Pablo. Sé que no alcanzo a ver del todo la maravilla de nuestra misión de esposos y padres. Para mí sigue siendo un valor no suficientemente apreciado.
Lucas: Que cuando el Señor venga, al menos, nos encuentre trabajando en él. Bendito sea Dios.
Madre,
Mancillamos los tesoros que Dios nos entrega, y ese es nuestro delito. Hemos pagado muy caro haberlo hecho, pero estamos arrepentidos y deseamos vivir el matrimonio con la dignidad que le corresponde. Ayúdanos a ver. Alabado sea Dios por entregarnos esta misión tan santa.
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EVANGELIO
Bienaventurados los criados a quienes el señor, al llegar los encuentre en vela.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 35-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo.
Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos».
Palabra del Señor.
Hijos de la Caridad.
El Señor se ciñe para servirnos. Que nosotros también nos ciñamos para servirnos mutuamente y servir a tantos esposos que necesitan conocerle y reconocerle en su matrimonio.
Que cuando vuelva de la boda, el Señor nos encuentre bien dispuestos por el amor.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Juanjo: Todo lo que rezo y todos los sacramentos que recibo tienen que convertirse en pensamientos y acciones de amor por ti Margarita, y desde ti, a tantos que lo necesitan.
Margarita: Es verdad, Juanjo. Al final todo tiene que llevarnos a la caridad, y si no es así, no será fecunda nuestra vida. Quiero entregarme más a ti, Juanjo.
Juanjo: Y yo quiero entregarme más a ti, Margarita.
Madre,
Ayúdanos a ser hijos de la Caridad Conyugal. Alabado sea el Señor.
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EVANGELIO
¿De quién será lo que has preparado?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 13-21
En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:
«Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
Él le dijo:
«Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».
Y les dijo:
«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
Y les propuso una parábola:
«Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha.
Y empezó a echar cálculos, diciéndose:
«¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha».
Y se dijo:
«Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente».
Pero Dios le dijo:
«Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?»
Así será el que atesora para sí y no es rico ante Dios».
Palabra del Señor.
Más pendiente de mí.
Si pongo la seguridad en los bienes terrenales tengo un nombre: Necio. Tampoco vale poner nuestra seguridad afectiva en los amores terrenales limitados y caducos.
Queda como solución ser ricos ante Dios ¿Cómo? Escuchando Su Palabra y cumpliéndola.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Luis: Hoy me he confesado del pecado de codicia.
Carmen: ¿Codicia? No te veo yo especialmente codicioso.
Luis: De los bienes materiales no, pero sí de los amores terrenales. Ando siempre detrás de que me des más cariño, que estés más pendiente de mí… Parece que necesito constantemente de tus atenciones para sentirme yo bien, y de eso no va el amor de Dios. Tengo que amarte entregándome, porque de ahí vendrán los frutos del Espíritu Santo.
Carmen: Ahora lo entiendo. Veo en ti la sabiduría de Dios. Qué maravilla…