Sólo por hoy seré cortés con mi esposo/a y feliz en mi matrimonio, haré una cosa por él/ella, dedicaré media hora a la oración conyugal, creeré firmemente en el matrimonio… ¡sólo por hoy!
EVANGELIO
Bienaventurados los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 35-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo.
Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos».
Palabra del Señor.
Notas: Próximas misiones.
- Retiro en Barcelona: 26, 27 y 28 de octubre (Casa de Espiritualidad María Inmaculada. Tiana). Infórmate aquí: http://wp.me/p6AdRz-1mY
- Anuncios en Madrid noviembre:
- Viernes 16 a las 20h en San Jorge
- Fuenlabrada: Domingo 18 a las 18:30 en San Esteban Protomártir
- Martes 20 a las 20:30h en San Juan Crisóstomo
- Retiro en Valladolid: 23, 24 y 25 de noviembre (Casa de Espiritualidad Sagrado Corazón) Apertura de inscripciones jueves 18/10 a las 20h. Infórmate aquí: http://wp.me/p6AdRz-1px
- Retiro en Pamplona: 14, 15 y 16 de diciembre (Casa de Javier) Se abrirá la inscripción el día 31 de octubre a las 20h.
- Ver más en https://proyectoamorconyugal.es/misiones-y-noticias/
Amor a lo ancho.
Se suele confundir el amor con la intensidad de los sentimientos, y el Señor nunca habla de eso. Nunca habla de que cuando venga, aquel que se encuentre muy emocionado y viviendo un arrobamiento intenso, ese será salvado. No. El Señor quiere un amor fiel, porque Él no habla de amores en el caribe o en un crucero. Habla del amor que perdura, del que se esfuerza cada día, del que se levanta una y otra vez tras cada caída. Digamos que nos pide un amor “a lo ancho” y no “a lo alto”, porque el que ama a lo ancho, acaba amando también a lo alto.
Aterrizado a la vida matrimonial:
(Recordamos ese compromiso diario de San Juan XXIII, “Sólo por hoy” que adaptamos a nuestra vida conyugal).
1. Sólo por hoy trataré de vivir las dificultades de mi matrimonio con mi esposo exclusivamente de este día, sin querer resolver los problemas de mi matrimonio todos de una vez.
2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado en ser con él/ella cortés en mis maneras, no le criticaré y no pretenderé mejorarle o disciplinarle a él/ella, sino a mí mismo.
3. Sólo por hoy seré feliz en mi matrimonio, en la certeza de que he sido creado para la felicidad en mi vocación, no sólo en el otro mundo, sino en este también.
4. Sólo por hoy me adaptaré a los gustos y deseos de mi esposo, sin pretender que mi esposo se adapte a mis deseos.
5. Sólo por hoy dedicaré al menos media hora de mi tiempo a mi esposo en la oración conyugal; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así mi dedicación a Dios con mi esposo es necesaria para la vida de mi matrimonio y de mi alma.
6. Sólo por hoy haré una buena acción por mi esposo y no se lo diré.
7. Sólo por hoy haré por mi esposo al menos una cosa que no deseo hacer.
8. Sólo por hoy, si me sintiera ofendido por mi esposo en mis sentimientos procuraré que no se entere.
9. Sólo por hoy me haré un plan de mi día conyugal y familiar. Y me guardaré de dos amenazas: la impaciencia y dejarme arrastrar por el mundo.
10. Sólo por hoy creeré firmemente en mi esposo y en nuestro matrimonio aunque las circunstancias del día me hagan dudar de que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si no existiese nadie en el mundo.
11. Sólo por hoy no tendré miedo al plan de Dios para mí. En particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello en mi esposo y en nuestro matrimonio, y de creer en que todo lo que ocurra es para un bien mayor.
Madre,
Ayúdame en este compromiso diario, para que me esfuerce y sea fiel. Envíame la gracia del Espíritu. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.