El Espíritu de Dios habita en nosotros. Para discernir Su voluntad en nuestro matrimonio, me lleno de Dios guardando su Palabra en mi corazón.
EVANGELIO
El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 23-29En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: «Me voy y vuelvo a vuestro lado.» Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis».Palabra del Señor.
Avisos:
- Anuncio en Bilbao: Jueves 30 de mayo a las 19:30h (Parroquia Nuestra Señora de las Mercedes – C/ Barría, Las Arenas – Getxo)
- Retiro en Navarra (Javier): 31 de mayo, 1 y 2 de junio. Orad por los frutos.
- Anuncio en Madrid: Lunes 3 de Junio a las 20:00h (Parroquia Beata Ana María Bogas – 3 Olivos – C/ Bella Altisidora, 6)
- Retiros en Madrid: 07 a 09 de junio y 12 a 14 de julio (Casa de Espiritualidad Emaús – Oblatos): Completos.
- Retiro en Toledo: 14 a 16 de junio (Casa Diocesana “El buen Pastor”). Más información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1JT
- Retiro de Palma de Mallorca: del 26 al 28 de julio. Infórmate aquí: https://forms.gle/mc8nacYhiTBmeGcV6
- Retiro en Córdoba: 21 a 23 de junio (Casa San Antonio) (Posibilidad de inscripción con hijos) Infórmate e inscríbete aquí: http://wp.me/p6AdRz-1Lx
(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)
“Acostumbrarme” a Dios.
En una relación de comunión, hay una entrega mutua. Dios ya se ha entregado a través de Su Hijo Jesucristo, y ahora falta que me entregue también yo, para que la entrega sea mutua, bidireccional, de comunión. El Espíritu de Dios, se ha habituado a estar en nosotros por la Encarnación del Señor, que le hizo vivir una vida humana. Se “acostumbró” a vivir una vida humana, limitada, a estar entre pecadores y a quedarse en nosotros para siempre. Pero ¿cuál es mi respuesta? ¿En qué momento me “acostumbro” yo a estar presente en la vida de Dios? ¿Cómo lleno yo de Dios mi corazón? Guardando sus palabras en él. Es lo que hacía María, guardaba Su palabra en Su corazón para meditarla, para estar en Él, en Sus criterios, en Su plan, en Su voluntad.Para cerrar el círculo de la comunión entre Dios y yo, tengo que habituarme a estar en Él, conservando todas sus cosas en mi corazón. El Espíritu me ayudará. ¡Seguro!
Aterrizado a la vida matrimonial:
Carla: Yo pienso que este fin de semana deberíamos descansar y estar juntos.
Jaime: Carla, yo creo que deberíamos ir a ver a mis padres un rato. Eso no interrumpirá demasiado nuestro descanso ni nuestro tiempo de estar juntos en todo el fin de semana.
Carla: Eso lo condiciona todo. Introduce cierta tensión entre nosotros, y necesitamos relajar el ambiente y verter agua cristalina entre nosotros. Pero vamos, como tú veas.
Jaime: Carla, no estamos de acuerdo. ¿Qué hacemos? Por mí, hacemos lo que tú digas.
Carla: Jaime, creo que ninguno de los dos busca nada por egoísmo, ambos buscamos el bien común, ambos estamos dispuestos a ceder, pero somos incapaces de discernir la voluntad de Dios. ¿Qué te parece si llevamos este discernimiento a nuestro director espiritual?
Jaime: Me parece muy bien. Lo que él nos diga, eso hacemos.
Juntos llaman el Padre Ramón: Hola Padre. ¿Podemos hacerle una consulta? Resulta que este fin de semana no nos ponemos de acuerdo… (y cuentan la situación)
P. Ramón: Carla, ¿por qué introduce tensión entre vosotros la visita a tus suegros?
Carla: Me la produce a mí, porque ha habido muchas situaciones dolorosas, y tengo miedo que se repita alguna de ellas.
P. Ramón: Jaime, ¿qué opinas de que a Carla se le genere esta situación de tensión?
Jaime: No me gusta, me duele, pero es un tema que tenemos que superar juntos. Eso no puede impedir que vayamos a ver a mis padres. Hay un mandamiento.
P. Ramón: ¿Pero cuál es tu prioridad? También hay otro que es “dejarás a tu padre y a tu madre y te unirás a tu mujer”. ¿Cuál es tu prioridad?
Jaime: Obviamente mi mujer.
P. Ramón: ¿Qué os parecería si este fin de semana lo dedicáis a descansar juntos y os acercáis entre semana un rato a ver a los padres de Jaime? Contestad, con toda paz.
Jaime: Por mí, bien.
Carla: Por mí, también.
P. Ramón: Pues un abrazo y que descanséis.
Madre,
Cristo nos deja Su paz, que es como un compendio de todo lo que nos puede dar. Gloria a Dios en el cielo y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria, te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial.
Gloria a Dios en el cielo!!
Y en la tierra Paz a los hombres!!
Nadie da la Paz como Jesucristo. ¡ Gracias a Dios!
No es tan difícil, complicado, imposible, acostumbrarse a Dios. Diría y digo que es muy fácil. Él nos acoge, nos abre los brazos, nos invita a estar en su compañía. Reacios, desconfiados, no apreciamos el amor que nos tiene. Es mucho más difícil acostumbrarse a nosotros, seres acomplejados, sin personalidad alguna, pecadores, cobardes, mentirosos, frágiles,…. y Él lo consiguió por medio de su hijo, Jesucristo, que se hizo hombre como nosotros. Y murió por nosotros, para liberarnos de nuestros pecados. Aún así, no apreciamos, entendemos, pensamos, aceptamos,….. su presencia, compañía amor, hacia nosotros. Tozudez, inmadurez, complejos,…. etc, impiden desgraciada y lamentablemente que nos acostumbremos a Él.