EVANGELIO
La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 32-38
En aquel tiempo, presentaron a Jesús un endemoniado mudo. Echó al demonio, y el mudo habló.
La gente decía admirada:
-«Nunca se ha visto en Israel cosa igual.»
En cambio, los fariseos decían:
-«Éste echa los demonios con el poder del jefe de los demonios. »
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el Evangelio del reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias.
Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos:
-«Las mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies.»
Palabra del Señor.
Esposos sin rumbo.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)
Nosotros somos ovejas con Pastor. Sabemos a quién seguir, a quién imitar, cuál es nuestro origen y nuestro destino. Tenemos un proyecto de vida, un camino por el que luchar y esforzarnos, a través del que iremos creciendo a lo largo de toda la vida. Un proyecto que no acaba y por el que podemos seguir luchando toda nuestra vida.
Tenemos un sentido y un rumbo. El sentido es, el Señor, y el rumbo es nuestro matrimonio. Seguir al Señor a través de nuestro matrimonio. Ese es el reto, un reto que nos supera con mucho, porque ser fiel a la entrega sincera de uno mismo, que exige la totalidad, nos supera con mucho. Es nuestra manera de representar quién es Dios, de ser su imagen en este mundo. Una misión preciosa digna de un hombre y una mujer, por ser hijos de Dios.
Pero hay muchos matrimonios que pasan toda su vida sin saber cuál es realmente su misión. Sin saber que tienen un proyecto maravilloso que vivir, por el que luchar, y el que les va a dar las mayores satisfacciones y sorpresas de su vida. Hay mucha gente que no ve el matrimonio como Dios lo pensó, como algo bueno, muy bueno. Mucha gente presa del orgullo que enmudece, que les impide hablar de su fragilidad con su esposo, muchos matrimonios que han enmudecido y ya no tienen nada profundo de que hablar entre ellos. Ante la propuesta del Evangelio hay quienes se admiran como nosotros y los que piensan mal y lo convierten en algo negativo, antiguo, algo que nos quita la libertad. Están extenuados e incluso desesperados de luchar por una vida sin sentido ni rumbo.
Hay mucha gente que no entiende la riqueza que da la unión del hombre y la mujer en las diferencias, que no conoce la libertad que da superar el orgullo por amor, superar la pereza por amor, superar los caprichos por amor, superar los prejuicios por amor y contemplar la belleza del proyecto de amor que Dios pensó para nosotros. Un Proyecto de Amor Conyugal, que merece la pena vivir.
Necesitamos matrimonios testigos del amor de Dios. La sociedad los necesita, las vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada lo necesitan. ¿Os apuntáis a vivirlo?.
Hoy pedimos al Señor por la vocaciones al matrimonio, Esposos que no teman en dar su vida en nombre de Cristo.
Tal como pide el Papa que hagamos a diario, oramos por el sínodo de la familia:
https://proyectoamorconyugal.es/oracion-a-la-santa-familia/