EVANGELIO
Tened valor: yo he vencido al mundo
Lectura del santo evangelio según san Juan 16,29-33
En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús:
– Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios.
Les contestó Jesús:
– ¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo.
Palabra del Señor.
Vencedores o vencidos.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)
¿Creemos que por ser un matrimonio cristiano no vamos a tener dificultades? Quizás antes de casarnos sabíamos que las tendríamos, pues nadie está exento de ello, pero nunca pensábamos que iba a ser esto… probablemente me equivoqué casándome con mi esposo (genérico).
Dice Crisóstomo, ut supra: “Esto es, para que no me echéis de vuestro corazón, porque la adversidad no sólo os dispersará cuando yo seré aprehendido, sino que mientras estaréis en el mundo seréis atribulados y perseguidos…” ¿Qué pasará ante las dificultades si los esposos echamos a Cristo de nuestro corazón?
Todos los matrimonios cristianos creemos en Cristo, pero en medio de la tempestad de las realidades de la vida, de ese problema concreto ¿Creemos realmente que Él tiene poder sobre la materia, que puede andar sobre las aguas, que también tiene poder sobre mi problema?
¿Ahora creéis? ¿Qué es lo que crees? “Pues mirad: está para llegar la hora”, “Os he hablado de esto para que encontréis la paz en mí.”
La cruz, esposos. Este momento de dolor para nosotros, es nuestra hora. En la tribulación se hace posible la salvación y de esta hora nacerá nuestra verdadera alegría recibida de lo alto.
Seguimos con Crisóstomo, ut supra: “Esto es: levantad vuestro corazón, pues no es digno de que los discípulos desfallezcan, habiendo el maestro triunfado de sus enemigos. Y sigue: ‘Porque yo he vencido al mundo’.” No olvides nunca amigo esposo, lo que hoy te dice Cristo en tu dificultad: ¡Ten valor, yo he vencido al mundo! ¡A tú mundo!
Todos los santos de la historia, encontraron la paz de Cristo después de la lucha. Todos confiaron en el Señor y en el momento oportuno les llegó su recompensa. La paz de Cristo a sus almas. Por ello, si tenemos a Cristo en nuestro corazón: adiós tristezas, adiós angustias, adiós soledad. Nada hay que temer porque Jesús está con nosotros.
Pero no lo olvides, primero hay que pasar por la hora.
Todo es posible con Él. Solo debemos ponernos en su sintonía, alineados con su Voluntad, que no es otra que la del Padre. Entonces Dios hará su obra, déjate fundir, no tengas miedo, es así como Dios esculpe las obras de arte. Y el amor, es un arte.
Tal como pide el Papa que hagamos a diario, oramos por el sínodo de la familia:
https://proyectoamorconyugal.es/oracion-a-la-santa-familia/