EVANGELIO
A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo, el tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba sobre Jesús y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Herodes se decía:
«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?».
Y tenía ganas de verlo.
Palabra del Señor.
Avisos:
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- Retiro en Sevilla: 18-20 de octubre. Información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1VR
- Retiro en Valencia: 29 nov – 01 dic . Información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1WF
(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)
- Retiro en Valladolid: 15-17 de noviembre
- Retiro en Salamanca: 22-24 de noviembre
- Retiro en Barcelona: 22-24 de noviembre
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Cosechando confianza.
Dice Crisóstomo: “Los pecadores temen lo que conocen y lo que ignoran, se asustan de las sombras, sospechan de todo y se estremecen al menor ruido.” La frase de Herodes denota inquietud “No sabía a qué atenerse”. Cuando el hombre rompe amarras con Dios como Padre, el mundo pasa de ser un hogar en el que puede estar tranquilo porque el Padre cuida de él, a ser un lugar inhóspito. ¿Vivo con miedo o con preocupaciones?.
Hay tantas variables en la vida que nos pueden dar motivos de preocupación: Relaciones matrimoniales (Fidelidad, respeto, desgaste, rutina…), Relaciones con los hijos (Adolescencia, desarrollo, maduración, su futuro…), Salud (La nuestra o la de nuestros familiares), Dinero (Hipoteca, trabajo…), Poder (Competitividad, zancadillas…), Imagen (Críticas, faltas de respeto, atentados contra la dignidad…), Delincuencia, Accidentes…
Para confiar en Dios, no basta con “creer” que existe. Es necesario tener una relación íntima y haber comprobado que interviene en mi vida.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Claudia: (Piensa) Cuánto tarda en venir mi esposo últimamente. ¿Y si me está engañando? Voy a entrar en la cuenta del banco a ver si veo gastos que me den pistas. Y esta noche cuando llegue a casa, le cogeré el móvil a ver si veo algo…
Jaime (Esposo de Claudia): (Llega a casa, saluda desganado y se sienta en el ordenador…
Claudia: (Va a él y le dice) Jaime, estás muy raro. Esta tarde incluso me ha dado por sospechar de ti. Estamos muy distantes y ya no sabemos nada el uno del otro. Esto no puede ser. Tenemos que frenar el ritmo de nuestra vida y tener más tiempo juntos ¿No te parece?
Jaime: Tienes razón. Te echo mucho de menos. Lo estoy pasando mal en el trabajo y me lo estoy comiendo todo solo. (Apaga el ordenador) Te invito a cenar.
Claudia: ¿Ahora?
Jaime Sí. Ahora. Los niños ya están situados y son mayorcitos. Tengamos nuestro momento de intimidad y nos contamos.
Claudia: Vale, pero luego te propongo reactivar nuestra oración conyugal. Es clave para nuestro matrimonio. Nos iba tan bien cuando la hacíamos y nos daba tanta paz poner al Señor en nuestras conversaciones.
Jaime: ¡Hecho! Cenita y oración. Esta noche tiene buena pinta…
Madre,
Nosotros sabemos que el Señor es el Hijo de Dios, y que sólo Él tiene palabras de Vida eterna. Envíanos Su Espíritu Santo, para conocerle mejor, para seguirle y amarle en mi esposo/a y en mis hijos, como Tú Amas.