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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 2, 13-18

Cuando se retiraron los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta:
«De Egipto llamé a mi hijo».
Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.
Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías:
«Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».

Obedecer sin entender.

San José obedece sin entender muy bien… ¿Salvar al Salvador del mundo? Qué locura… Si tenía que ser al revés. Pero San José no duda y obedece de inmediato. ¿Es una obediencia irracional? No, es una obediencia confiada en Aquel que es más grande que él. El que obedece no se equivoca. Dicen que la obediencia es el único rincón donde no se puede colar el maligno.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Omar: No entiendo está situación que nos ha venido ahora. Pero si Dios la ha permitido, será porque es lo que tiene que ser.
Patricia: Así es, Omar. No hace falta que lo entendamos, lo que hace falta es que amemos en estas circunstancias y sigamos al servicio de Ntra. Madre.
Omar: Gracias Patricia por ayudarme a ser fiel a la voluntad de Dios y acoger Su voluntad con alegría.
Patricia: Gracias a ti, Omar por tomar la iniciativa de ser fiel a la voluntad de Dios. Alabado sea el Señor.
Omar: Alabado sea por siempre. Te amo.

Madre,

Nadie mejor que Tú sabe cómo vivisteis esa situación y cómo Tú, siendo la Inmaculada, te sometiste a José, como a Cristo, en esta decisión. Gracias, Bendita Madre.