EVANGELIO
Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 1, 18-24
La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.
Palabra del Señor.
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Disfrutémoslo juntos.
Suena a auténtica poesía. Si hermosa fue la creación, la recreación no se queda corta ni mucho menos. La promesa se hace realidad, el gran momento que esperamos durante el adviento se hace realidad. Son los tiempos de Dios. Qué importantes son los tiempos para Dios, qué importantes las esperas, los anuncios, las profecías y el cumplimiento final en el momento adecuado. Los que hemos dicho sí a nuestro matrimonio y estamos trabajando, esperemos nuestro momento, porque la promesa se hará realidad.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Carlos: Laura, ¿tú en qué basas tu esperanza? Veo que no tiras la toalla pase lo que pase, ni siquiera en los peores momentos. Ni lo mencionas siquiera. ¿Por qué tienes tanta seguridad?
Laura: Porque tenemos un matrimonio cristiano, y el amor del Señor que está en nuestro amor, se hará pleno entre nosotros si continuamos alimentando nuestro matrimonio y nuestra relación con el Señor. Hay una promesa que adquirió el Señor con nosotros cuando contrajimos matrimonio, y esa promesa, se cumplirá.
Carlos: Me encanta tu fe. Me encanta la historia de amor de Dios, me encanta nuestra historia de amor. Me encanta todo lo de Dios. Todo lo que viene de Él está impregnado de una belleza y de una grandeza especiales.
Laura: Disfrutemos el uno del otro. Disfrutemos de esta historia de amor que Dios ha preparado para nosotros. Se acerca el gran momento de Su venida. Disfrutémoslo juntos.
Madre,
No puede haber plan más hermoso que el de Dios. Nos encanta la misión que nos ha encomendado. Alabado sea Dios y bendito sea Su plan de salvación.