EVANGELIO
¿Está permitido en sábado salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6
En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Lo estaban observando, para ver si lo curaba en sábado y acusarlo.
Entonces le dice al hombre que tenía la mano paralizada:
«Levántate y ponte ahí en medio».
Y a ellos les preguntó:
«¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?».
Ellos callaban. Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazón, dice al hombre:
«Extiende la mano».
La extendió y su mano quedó restablecida.
En cuanto salieron, los fariseos se confabularon con los herodianos para acabar con él.
Palabra del Señor.
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Qué horror…
Qué horror es la dureza de corazón que nos hace perder incluso el sentido común. La pregunta de Jesús es de sentido común, pero ofuscados por su orgullo no ven clara la respuesta. Lo contrario de la sabiduría de Dios es la locura, y a esa locura llegan los que no siguen el Evangelio.
Miro al Corazón de Jesús y veo qué duro es para Él presenciar estas faltas de caridad, que le llevan incluso a mirar con ira (de la que desea sacar algo bueno de nosotros) y con dolor también.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Andrés: Carlos, vamos a dejar de ir a la tutorías porque no vemos que haya avances y estamos ya cansados de intentarlo.
Matrimonio Tutor: Andrés, pero si no hacéis lo que se os dice ¿cómo vais a avanzar? Si no dejáis de mirar lo que el otro hace mal, no puede haber cambios. Además, si no venís ¿crees que va a ser mejor? Al menos si venís, poco a poco vais conociendo la grandeza del matrimonio.
Andrés: En serio. No creemos que esto sea para nosotros ¿vale?
(Y el matrimonio tutor sufría con Cristo el dolor por unos esposos que tiran la toalla y nunca descubrirán la grandeza y la belleza del plan de Dios para ellos. Se condenan en vida a un infierno horrible que les tocará vivir. Saber esto, duele profundamente.)
Madre,
Siempre que no actuamos como Dios quiere, la cosa sale mal y las consecuencias son dolorosas. Haznos esposos mansos y humildes de corazón. Por Jesucristo Ntro. Señor. Amén.