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RETIRO MATRIMONIOS MADRID 9  – 11 MAYO 2025

RETIRO MATRIMONIOS MADRID 9  – 11 MAYO 2025

Admiración por José. Comentario para Matrimonios: Mateo 1, 16. 18-21. 24a

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 1, 16. 18-21. 24a

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.

Admiración por José.

Dice el P. Mendizábal que José nunca dudó de María pero sí dudó de si él era lo suficientemente digno para ser esposo de la Madre de Dios y ejercer de padre de Jesus. ¡Menuda tarea la de José! Cuántas veces escucharía Jesús a Su padre contar esta historia y cuántas veces se admiraría de José, de su humildad, de su fidelidad, de su obediencia, y se sentiría orgulloso de él.
Que como padres nos levantemos con la disposición de hacer la voluntad del Padre como hizo José.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Paco: Me encanta el plan de Dios que ha querido que Su Hijo tuviese un padre adoptivo. Qué importante y qué dignidad nos concede Dios a nosotros que somos padres adoptivos.
Clara: Así es. Qué maravilla que nos permita compartir con San José esta misión. Y qué dignidad le confiere a nuestros hijos un Jesús que tuvo también un padre adoptivo.
Paco: Gracias Señor por la figura de San José.
Clara: A él, a San José le pedimos que interceda por nosotros para que nos fiemos del Amor del Padre tan generosamente como él.

Madre,

Qué gran esposo tuviste en la Tierra. Que como él acojamos la misión que nos quieras encomendar con la misma humildad, fidelidad y obediencia. Gracias, Bendito José.

El capítulo perdido. Comentario para Matrimonios: Mateo 23, 1-12

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 1-12

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen.
Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

El capítulo perdido.

¿No es mejor ser testigo de que es Dios quien lo hace?
Y una vez más, reconduce nuestros comportamientos hacia el amor y la verdad, con dos pautas:
– El primero será vuestro servidor
– El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Dos claves muy interesantes para el matrimonio. Quien no sirve (de servir) no sirve (de valer). Y la segunda es que yo no me puedo enaltecer a mí mismo, porque colgarme méritos es quitárselos a Dios ¿No es mejor ser testigo de que es Dios quien lo hace?. Sólo Dios enaltece, y Él, enaltece a los humildes.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Juanjo (Catequista): Mmmm, qué bueno el postre! Bueno… (mientras se levanta de la mesa) comida hecha, compañía deshecha.
Marta: ¿Y los platos? ¿Quién los recoge? ¿Yo sola?
Juanjo: Marta, aún tengo muuucho que hacer. Mañana doy catequesis y todavía no he terminado de preparármela.
Marta: Algún día, tengo que descubrir el misterio de cómo amar y no recoger la mesa. Ese capítulo del Evangelio no aparece en mi biblia…
Juanjo: Tienes razón, Marta, perdona. Anda, vete tú y descansa un rato, que yo me encargo de todo. La catequesis de mañana no tiene tanta importancia al lado de la dignidad de poder servirte.
Marta: Gracias, Juanjo, y perdona. He sido un poco irónica contigo, y la ironía está muy lejos del amor. Me siento avergonzada, porque ser irónico siempre es ponerse por encima del otro y de esa forma, te he despreciado. Debía haberte hablado con cariño, pensando en ti y no en mí.
Juanjo: Sea como fuere, ha surtido efecto. Gracias por devolverme a mi sitio.
Marta: Gracias por reaccionar así de bien y devolverme tú al mío.
(Se abrazan)

Madre,

También nos lo enseñas Tú, en el Magníficat: Él hace proezas con Su brazo, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes, y a los ricos los despide vacíos… Así es el Padre, y así nos lo muestras Tú. Qué importante es conocer el Corazón de Dios. Gracias, Madre por mostrárnoslo. Bendita seas. Amén

Mi mini-todo. Comentario para Matrimonios: Lucas 6, 36-38

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 36-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».

Mi mini-todo.

En definitiva, que demos nuestro mini-todo para recibir al Todo. Una medida colmada y rebosante.
Pero debemos dar nuestro mini-todo también en nuestra valoración de los demás, porque si bien-decimos de los demás y bien-pensamos de ellos, seremos bien-venidos en el cielo.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Julio: Últimamente, cada vez que abres la boca para hablar de mí, dices cosas preciosas. Estoy que no quepo en mí de gozo.
Rosa: Pues imagínate yo. A mí sí que me está ayudando hablar bien de ti. Experimento cómo el Señor me bendice cada vez.
Julio: Pues debes estar súper bendecida. ¡Qué maravilla!
Rosa: Ni te imaginas. Dios siempre da una medida infinitamente más generosa que la que nosotros damos. Estoy muy decidida a seguir por este camino.

Madre,

Es una experiencia propia. Cuanto más damos más recibimos. Cuanto más bendecimos mucho más bendecidos somos. Alabado sea Dios por Su generosidad desbordante.

Los secretos de Su intimidad. Comentario para Matrimonios: Lucas 9, 28b-36

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Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9, 28b-36

En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras estos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía.
Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube.
Y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo».
Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Los secretos de Su intimidad.

La transfiguración nos muestra la intimidad de Jesús, Su divinidad y Su Comunión con el Padre. Jesús mismo es Luz de Luz. Hoy se nos manifiesta la gloria que comparten el Padre y el Hijo. Contemplamos Su grandeza.
Pedro, Santiago y Juan, subieron a la montaña, al Tabor con el Señor. Y lo que vieron les fortaleció y reconfortó, les mostró Su intimidad, Sus secretos, Dios nos revela lo que en Él estaba oculto desde toda la eternidad, a la vez que ascendemos con Él a través de la oración (“Éste es mi Hijo amado, escuchadle”). De este modo nuestra alma adquiere brillo, el blanco de la pureza que nos va transformando en cada encuentro, preparando para creer en la Resurrección y no quedar paralizados por los tiempos duros, sino entender que son el camino de la gloria. Para entrar en la nube del Espíritu como los tres discípulos, para adentrarnos en el sentido último de las cosas, en el misterio, debemos escuchar a Jesús, contemplar la Sagrada Escritura.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Juanjo: Carmen, en nuestra oración conyugal, por un momento, Dios nos saca de las dificultades de la vida para mostrarnos Su gloria. Nos deja saborear Su grandeza, Su paz, Su plenitud. Nos muestra el final del camino, el final que nos ha preparado tras esta vida.
Carmen: Dios en la oración, nos muestra ese tesoro mayor por el que nos da la fuerza para dejar nuestros egoísmos, todo lo que nos retrasa en el camino del amor. Cuando empezamos a rezar juntos, nuestro matrimonio empieza a cambiar. Recibimos consolaciones que nos hacen descubrir que ese es el camino y perseverar a pesar de las dificultades. Esos momentos de Tabor, nos dan fuerzas para soportar los momentos duros de la vida.
Juanjo: Él me enseña a compartir mi intimidad contigo y, según me va transformando la mirada, veo tu entrega, tu cariño, tu belleza interior. Ésta es la transfiguración que he vivido: Descubrir la manifestación de Dios en ti.

Madre,

Nos Alimentamos de las consolaciones que Dios nos quiere dar. Como Tú, guardémoslas en nuestro corazón y compartámoslas con el esposo para darnos ánimo mutuamente y para llegar al Tabor de la Comunión. Amén.