Archivo por días: 6 febrero, 2025

Infinitamente más lerdos. Comentario para Matrimonios: Marcos 6, 7-13

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 7-13

En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y decía: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Infinitamente más lerdos.

Jesús nos elige a los más lerdos, y además, nos envía sin medios ninguno para que todo el mundo pueda ser testigo de que las obras no son cosa nuestra, sino cosa Suya.
Suele ocurrir que, cuando un matrimonio va a preparar una evangelización, haya discusiones entre ellos en la preparación. ¿Por qué? Porque nos apoderamos de las cosas de Dios. No sea así entre nosotros. Reconozcamos que somos lerdos. El más listo en la Tierra es infinitamente más lerdo que el menos listo del cielo.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

María: Yo ya no puedo más. Lo he intentado todo y no consigo reducir el contenido, ni que haya un hilo conductor con tu desarrollo.
Andrés: Yo te he intentado ayudar, pero cada vez que intento resumir o quito algo o cambio tu orden, me dices que eso no es lo que tú quieres decir y que te he quitado cosas importantes, así que vamos con esto que tenemos y el Espíritu nos asistirá, pero sobre todo no rompamos la comunión que es lo más importante ¿Vale?
María: Vale. Más que lo que digamos, lo importante es que seamos uno. De ahí podrá construir el Espíritu Santo por nuestro Sacramento.
Andrés: Invoquémosle, porque vamos a necesitarlo de verdad.
María: De eso se trata. Que hable Él y no nosotros.

Madre,

Somos muy pequeños para ir en el nombre del Señor, y lo comprobamos cada vez. Asístenos, Madre. En ti confiamos.