Archivo por meses: enero 2025

Pero ¡Mucho! Comentario para Matrimonios: Juan 1, 1-18

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 1-18

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Pero ¡Mucho!

Puede que haya situaciones que me incomoden en la vida, y puede que me queje de ellas, pero eso es completamente injusto. Hoy y ahora, voy a caer en la cuenta de lo que supone para Jesús estar junto al Padre en el cielo desde toda la eternidad y de repente, abandonar el cielo para venir al mundo a vivir una vida en la Tierra propia de criaturas o debería decir gusanos, pecadores (que es lo que somos sin Él). ¿Se puede amar más? ¿Puede alguien amar más a alguien?
Me imagino el salto tan brutal que debe suponer pasar de la vida nuestra a la vida celestial, pues no me quiero imaginar lo que supone ese salto pero al revés. Hay que amar mucho, pero mucho, mucho. Pero mucho, para darlo.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Carmen: Hoy me he confesado de la cantidad de veces que soy injusta con Dios al día.
Jaime: Injusta ¿Por qué?
Carmen: Por cada vez que me he quejado. Es injusto que me queje cuando el Señor me ama tanto y Él no se queja de lo que ha tenido que hacer por mí.
Jaime: Tienes razón, cuanto menos nosotros que para empezar tenemos que sufrir para pagar por nuestros propios pecados. Creo que deberíamos estar en permanente agradecimiento y alabanza a Él.
Carmen: Eso es. De eso me he tenido que confesar.
Jaime: Lo tendré en cuenta en mi próxima confesión.

Madre,

Se alegra Tu espíritu en Dios. Que nosotros hagamos lo mismo. Alabado sea el Señor que tanto, tanto nos ama.

RETIRO MATRIMONIOS MADRID 7 – 9 FEBRERO 2025

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Depende de la respuesta. Comentario para Matrimonios: Juan 1, 35-42

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 35-42

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice:
«Este es el Cordero de Dios».

Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:
«¿Qué buscáis?».

Ellos le contestaron:
«Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?».

Él les dijo:
«Venid y veréis».

Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.

Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)».

Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
«Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro)».

 

Depende de la respuesta.

Antes de decirles Jesús que lo siguieran les preguntó ¿Qué buscáis? Interesante pregunta, porque de la respuesta dependía que les dijese “venid y veréis” o no. Es un buen momento para preguntarme ¿qué busco en mi relación con el Señor? Y es importante descubrir si la respuesta es de amor o no, si lo que me importa es Él o lo que me importa es algo para mí.

 

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Montse: ¿Te volverías a casar conmigo?

Luis: Por supuesto que sí. Pero actualmente me casaría contigo por otros motivos.

Montse: ¿Cuáles fueron esos motivos en su día?

Luis: Esperaba tener una vida feliz contigo.

Montse: Eso no es malo ¿no? Y ahora ¿qué te motivaría a casarte conmigo?

Luis: Ahora, ayudarte a que alcances la santidad.

Montse: Hombre, esa respuesta me gusta mucho más.

 

Madre,

Que sea el amor siempre lo que nos mueva. Alabado sea nuestro tan amado Señor.

¿Contra Mí has salido? Comentario para Matrimonios: Juan 1, 29-34

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Evangelio del día

Lectura del santo Evangelio según san Juan 1, 29-34

Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
«Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo:
«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”.
Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».

¿Contra Mí has salido?

Jesús es el Cordero de Dios que quita los pecados de mi esposo. Es quien se sacrifica para que mi esposo pueda presentarse ante Dios sin mancha ni arruga alguna. ¿Cuánto te debo Señor por estar haciendo eso con mi esposo, Señor?
Lo que está claro es que Él no va a permitir que vaya yo ahora por detrás juzgándole y acusándole de nada cuando Él da la vida por salvarle de sus pecados. Y contra el Señor, ni puedo, ni debo, no quiero ir. Quiero ir con Él y en Él por la salvación de mi esposo así que amo.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Lucas: Hoy el Señor me ha regañado en la oración. Me ha dicho: «¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme?» Yo le he contestado ¿Yo Señor? Nunca iría contra ti.
Teresa: Y ¿Qué te ha dicho Él?
Lucas: Me ha dicho que cada vez que te acuso en mi corazón, voy contra Él y Sus intereses, porque es Su interés entregarse por ti para salvarte y no condenarte.
Teresa: Doy gracias a Dios por ser mi Salvador y permitirme levantarme cada vez que caigo. No soy digna de que entre en mi casa.

Madre,

Ambos nos unimos a Vuestra misión salvadora. Alabado sea el Cordero de Dios.

Por donde no vemos. Comentario para Matrimonios: Juan 1, 19-28

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 19-28

Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le preguntaran:
«¿Tú quién eres?»
Él confesó y no negó; confesó:
«Yo no soy el Mesías».
Le preguntaron:
«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?».
Él dijo:
«No lo soy».
«¿Eres tú el Profeta?».
Respondió: «No».
Y le dijeron:
«¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?».
Él contestó:
«Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías».
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
«Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?».
Juan les respondió:
«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia».
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

Por donde no vemos.

Está empezando un nuevo año y es el momento de pasar a la otra orilla, un momento de cambios, como los que anunciaba Juan el Bautista. Y emprendemos estos cambios en los que Dios nos quiere siempre avanzando hacia Él, con ilusión. Vamos con esa docilidad al Espíritu Santo que nos hace a veces tener que responder donde no vemos.
Vayamos este año todos juntos hacia el Señor en este camino nuevo que se nos abre en 2025 con más fuerza y más ilusión que nunca por donde el Espíritu Santo quiera llevarnos.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Pablo: Vanesa, te he comprado salmón para cenar esta noche, que sé que te gusta.
Vanesa: (Muy asombrada) ¿Salmón, Pablo? ¡No me lo puedo creer! Nunca ha sido santo de mi devoción. Al que le gusta el salmón es a ti, no a mí.
(Por la noche en la oración)
Pablo: Señor, perdoname porque me he sentido dolido contra Vanesa por su respuesta cuando le había comprado salmón expresamente para ella. No entiendo nada, porque lo he hecho con cariño y porque otros años le he visto tomar con gusto tostas de salmón con mantequilla.
Vanesa: Señor, perdóname porque no entendí cómo Pablo me conoce tan poco que ni siquiera sabe lo que me gusta. No he sabido aprovechar este momento de no entender nada para amarle más en lugar de criticarle en mi corazón.
Pablo: Espíritu Santo, gracias por ponerme este momento de incomprensión para que me dé cuenta de lo que me impide amar, que es mirarme a mí mismo. Espero saber aprovechar mejor la próxima circunstancia de desconcierto que me pongas por delante.

Madre,

Alabado sea el Espíritu Santo que nos lleva adonde nos conviene ir.