RETIRO MATRIMONIOS POIO(PONTEVEDRA) 4 – 6 ABRIL 2025
LA VERDAD DEL MATRIMONIO Y LA ALEGRÍA DEL AMOR
Proyecto Amor Conyugal en colaboración con la Parroquia San Pedro de Visma (A Coruña) y Santa Maria a Antiga (A Pobra do Caramiñal), os invita a participar en un retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio (según San Juan Pablo II) y experimentar la Alegría del Amor (según el Papa Francisco).
¿A quién va dirigido este retiro? A todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio o aquellos que en el momento de la inscripción no tienen impedimento alguno para contraer el Sacramento del Matrimonio, y que quieran vivir una EXPERIENCIA de AMOR juntos, estén en crisis o no. A todos los que quieran fortalecer y reavivar su Sacramento del Matrimonio.
FECHAS: Será desde el viernes 4 de abril a las 17:30 h hasta el domingo 6 de abril a las 18:00 h.
LUGAR: Monasterio de Poio (San Juan de Poio – Pontevedra)
PRECIO: 300 € por matrimonio. (Incluye alojamiento, pensión completa y gastos diversos)
Suplemento económico para ayuda a otros matrimonios: Podéis aportar una cantidad adicional, a voluntad, que es muy importante para ayudar a otros matrimonios con dificultades económicas que quieren hacer el retiro.
Subvenciones: Si algún matrimonio no puede asistir por problemas económicos que nos lo comente, por favor.
¿Cuándo? Lo antes posible. Se suele llenar en pocos minutos.
Nos pondremos en contacto con vosotros para confirmaros la reserva de plaza y daros las instrucciones para realizar el pago o indicaros si estáis en lista de espera. En caso de que no hubiese plazas disponibles.
Sobre Proyecto Amor Conyugal:https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de está compuesto por matrimonios católicos que profundizamos en nuestra vocación conyugal y que ayudamos a otros a convertir su matrimonio en algo GRANDE.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 4, 26-34
En aquel tiempo, Jesús decía al gentío:
«El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega».
Dijo también:
«¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra».
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
En Su regazo.
La semilla del reino de Dios está plantada en cada una de nuestras almas. Entonces ¿Por qué no la notamos? ¡Porque es una semilla! Es del tamaño de un grano de mostaza. ¿Cómo la íbamos a notar? Pero estar, está. Solo hay que regarla, cada día, cada semana, cada mes, año tras año sin parar. Y la semilla crece ¿Gracias a nuestro esfuerzo por regarla? No. Crece por sí misma, pero si no la regamos no crece.
Esposos, sed perseverantes en la oración y sacramentos, en las catequesis, y en ese deseo diario por amar más y mejor. Lo demás, lo hará la semilla, ella sola.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Ángeles: Yo veo que el problema está en que la gente no reconoce cuánto le ama Dios. Si así fuera, confiarían en el plan que Dios les tiene trazado. Estamos acostumbrados a decidir nosotros lo que nos conviene, pero Dios, que lo controla todo, nos ama, Dios nos ama, Dios nos ama… Él sabe bien qué hacer con nuestras vidas. Él nos tiene en Su regazo, como una madre a su hijo, y nos va a proteger con Su vida. Bueno… Ya lo ha hecho.
Yo me quedé viuda, y no me siento sola. La gente no se lo cree, pero Dios ha llenado en mi vida lo que me faltó con la muerte de mi esposo.
Hay otros que se quejan de sus esposos. ¿Cómo es posible? Está claro que no conocen el amor de Dios.
Madre,
Qué bueno es el Señor. Que no lo dudemos nunca. Que no demos cabida a las dudas. Alabado sea Nuestro Padre Celestial.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 4, 21-25
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre:
-«¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero?
Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga».
Les dijo también:
-«Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”.
Por caridad o por interés.
La ultima frase parece un poco injusta, pero no. Podríamos reformularla diciendo: Al que tiene caridad, por la gracia de Dios, se le dará más. Al que no la tiene y sólo mantiene relaciones interesadas, se le quitará hasta lo que cree tener.
Lo caduco se pierde y se queda sin nada.
Mi relación con mi esposo ¿Es por caridad o es por el interés en lo que me pueda dar?
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Andrés: No, si ya lo dice el refrán: «Por el interés te quiero, Andrés».
Ana: Oye, perdona, que yo te quiero por ti mismo, no por el interés.
Andrés: Entonces ¿Por qué te quejas tanto de mí cuando no te doy lo que esperas?
Ana: Te digo lo que deberías cambiar por tu bien.
Andrés: ¿Enfadada? Si fuera así, no te enfadarías y mucho menos, te quedarías unos días Enfadada conmigo.
Ana: En eso tienes razón.
Andrés: Entonces, ¿Me quieres a pesar de mis meteduras de pata?
Ana: Sí. Lo que pasa es que tengo que purificar mi amor propio para que no me afecten tus miserias.
Andrés: Gracias por reconocerlo, esposa. Dice mucho de ti y de tu humildad.
Madre,
Nosotros sólo queremos a Dios y nuestra comunión. Alabado sea por siempre.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 4, 1-20
En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al mar. Acudió un gentío tan enorme, que tuvo que subirse a una barca y, ya en el mar, se sentó; y el gentío se quedó en tierra junto al mar.
Les enseñaba muchas cosas con parábolas y les decía instruyéndolos:
«Escuchad: salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron.
Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó.
Otro parte cayó entre abrojos; los abrojos crecieron, la ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno».
Y añadió:
«El que tenga oídos para oír, que oiga».
Cuando se quedó solo, los que lo rodeaban y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas.
Él les dijo:
«A vosotros se os han dado el misterio del reino de Dios; en cambio a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que “por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y sean perdonados”».
Y añadió:
«¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la semilla como terreno pedregoso; son los que al escuchar la palabra enseguida la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumben. Hay otros que reciben la semilla entre abrojos; estos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la semilla en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno».
Escaparate espiritual.
El Evangelio de hoy habla de la disposición de corazón a la hora de acoger al Señor y Su Palabra. ¿Qué es eso de la disposición de corazón? Es como una especie de escaparate para el alma. ¿Qué hacen los escaparates? Nos salen al paso y llaman nuestra atención para que descubramos en ellos un bien, algo que nos mejora o aparentemente nos mejora: Nos embellece, nos hace sentir mejor, nos facilita las labores, nos permite crear, nos divierte y nos saca de la tristeza… Pues para acceder a los “escaparates del alma” tenemos que cerrar los ojos a los del mundo, para ver lo que realmente nos embellece el alma, nos trae la paz verdadera, atrae la gracia que nos impulsa, nos permite crear con el Creador y nos da la alegría. Esto se consigue practicando el silencio interior en la oración, en esa búsqueda de la relación con Dios.
Sólo el amor nos hace felices. Sólo la comunión nos hace verdaderamente felices. Que no nos engañen con otros escaparates.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Javier: ¿Sabes qué? Me doy cuenta de que cuanto más pongo mi corazón en las cosas del mundo, más me distancio de ti y de Dios.
Myriam: A mi me pasa también. Cuando se acerca una boda o algo así y me tengo que poner a buscar qué ponerme, sin querer me atrapan las modas y descuido incluso la oración, además de darte de lado para encerrarme en mi búsqueda del modelito perfecto. Es como que me dejas de interesar.
Javier: Pues, ayudémonos a centrarnos en el amor de Dios, y el amor entre nosotros, para que tengamos siempre nuestra ilusión ahí puesta ¿Te parece? Es difícil estar en el mundo sin ser del mundo, y andamos siempre un poco divididos, pero le ofrecemos al Señor también esas dificultades que experimentamos.
Myriam: Así es. Qué cómodo sería ponernos un hábito y ya. Pero nos toca ser razonablemente normales estando en el mundo sin ser del mundo. Ayudémonos a que sea así.
Madre,
Queremos estar siempre en la mejor disposición para recibir todas las gracias del Señor. Le amamos con locura y nos amamos con locura. Alabado sea Dios.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 31-35
En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».
Unión indescriptible.
Jesús establece una nueva manera de ser familia, y es a través del cumplimiento de Su Voluntad. Qué bueno que haya un nuevo camino para poder ser familia de Dios. Unos lazos que unen mucho más fuerte que los de la sangre.
Qué maravilla vivir esta unión tan fuerte que establece el Señor con Él y entre nosotros.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Jose: Hay una manera de unirnos que es más fuerte que la de la carne, y es la unión en el Señor. Desde que estamos más cerca de Él, experimento mucha más unión contigo.
Sofía: Totalmente. Pasa entre nosotros, pasa con nuestros hijos y nos pasa con nuestros hermanos de fe.
Jose: También en el abrazo conyugal se realiza una unión mucho mayor cuando la vivimos en castidad y cuando se produce al mismo tiempo la unión espiritual.
Sofía: Una experiencia de unión de la que nada sabe el hombre de la concupiscencia, tal como dice San Juan Pablo II. Un tesorazo.
Jose: Indescriptible.
Madre,
Qué bien poder llamarte Madre, qué maravilla poder llamar a Dios Padre y qué maravilla poder desposarse con Tu Hijo. Alabado sea Dios que nos hace tan Suyos.