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EVANGELIO
Amad a vuestros enemigos.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».
Palabra del Señor.
Gracias por su testimoniazo.
Quizás, esta manera de amar es la que más me debería diferenciar como cristiano, y es la que nos permite dar testimonio de Cristo ante el mundo. Porque si amamos a los que nos aman ¿Qué nos diferencia de los no creyentes? Ser imagen de Dios y actuar a semejanza Suya es lo que nos hace seguir siendo Sus hijos en el Hijo.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Eduardo: Ayer me preguntó una esposa a la que ha abandonado el marido, si podía venir al retiro de Proyecto Amor Conyugal con otra pareja.
Valeria: ¿Y qué le dijiste?
Eduardo: Le dije que nosotros no excluimos a nadie, porque muchos de los que están haciendo el Itinerario de Proyecto, podríamos estar en esa misma situación si no nos hubiera rescatado la Virgen; por tanto, que la entendemos perfectamente, pero que este retiro es para aprovechar al máximo la gracia sacramental del matrimonio y que sólo pueden venir los que pueden acceder a esa gracia. Tampoco puede venir una monja o un soltero por muy santos que sean.
Valeria: La verdad es que tiene que haber situaciones durísimas, pero hay esposos que han sido abandonados y que siguen entregando su vida por sus cónyuges. Una misión preciosa que merece una vida, porque Cristo permanece entre ellos y sus cónyuges y a Cristo no podemos abandonarlo. Es una misión para la santidad la de los separados o divorciados y fieles al vínculo, que sólo se entiende desde los ojos de Cristo que vino al mundo y los suyos no lo recibieron, y en respuesta a ese rechazo, entregó Su vida por ellos.
Eduardo: Que oportunidad tan grande de estar con Él y vivir está situación en Él. Qué maravilla de misión, qué dignidad tan grande la de los que la viven. Damos gracias a Dios por su testimoniazo de vida, digna de un Santo. Que Él los bendiga.
Madre,
También a ti te quitaron a Tu Hijo y seguiste amando a los que le condenaron y le ajusticiaron. Por eso eres Madre de Dios y Madre de la Iglesia. Gracias Madre Santísima por Tu testimonio.