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EVANGELIO
No quedará piedra sobre piedra.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 5-11
En aquel tiempo, algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: “Yo soy”, o bien “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el final no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambre y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo».
Palabra del Señor.
Ex-bótox.
Estamos en la era de las incoherencias. Cada vez hay más clínicas de belleza y gimnasios para cuidar la estética del cuerpo, pero a la vez, cada vez se ve más profanado como templo del Espíritu Santo. En la época de Jesús eran los exvotos para embellecer el templo y en esta son los bótox para embellecer el templo del cuerpo. Pero el Señor nos dirige a todos al final, al fin último. Se está centrando la atención en lo superfluo. El templo del cuerpo se embellece realmente con la comunión de personas. Si amo mi cuerpo, no debo preocuparme por cuánto se arruga o cuándo le llegará su final. No tengamos pánico, porque es necesario que llegue la decrepitud y la muerte para que venga definitivamente el reino de Dios. Eso sí que será hermoso, y allí no tendrán ningún valor los músculos ni las pieles renovadas. Allí nos examinarán de la belleza de nuestra alma, un alma que sólo se engrandece y se embellece cuando ama. Aquí en Proyecto Amor Conyugal trabajamos por la belleza del alma de los esposos. Y es gratis. ¿Te apuntas?
Aterrizado a la vida matrimonial:
Alicia: Mira, mira Juanjo, ¡qué entradas tengo ya! Debería haber ido a la peluquería hace semanas.
Juanjo: Estás preciosa, Alicia. Brilla mucho más tu alma y ella embellece tu cuerpo. No conozco a nadie que tenga esa mirada que tienes tú: Limpia y pura. Ni nadie que tenga un cuerpo más bello que el tuyo: Un cuerpo que se entrega cada día hasta la extenuación. ¿Y tu sonrisa? Inigualable. Rezuma alegría. Cada día eres más hermosa, para mí, y para Dios.
Alicia: ¿De verdad? ¿No te parece que estoy horrible?
Juanjo: A mí, te prometo que cada día me gustas más.
Madre,
Que nos centremos en donde está la verdadera belleza, en nuestro interior. Alabado sea el Señor que es quien nos embellece por dentro.