EVANGELIO

 

Elías ya ha venido y no lo reconocieron.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 17, 10-13

Cuando bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús:
«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».
Él les contestó:
«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».
Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.

Palabra del Señor.

 

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Teloneros del Señor.

El Señor envía mensajeros por delante allá donde quiere ir Él. Otros fueron nuestros mensajeros antes de encontrarnos con el Señor. ¡Menos mal que estuvimos atentos a ellos! Son esos testigos que nos acercan al que cambia el rumbo y el sentido de nuestra vida.
Qué bonito que el Señor quiera que ahora seamos nosotros esos que le preceden allá donde piensa ir Él. Somos teloneros de la gran estrella que es Él, el que nos roba el corazón y nos lleva a participar juntos como esposos, de Su Corazón.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Carlos: Espe, tengo que darte las gracias por haber intervenido en mi vida y haberme apuntado al Señor.
Esperanza: Simplemente te he administrado el don de la fe que yo he recibido de otros. Pero yo también tengo que darte las gracias por haber dicho “sí” y querer adentrarte en esta dimensión verdadera que pocos esposos pueden vivir juntos.
Carlos: Sí, ahora veo. Ahora vivo en la dimensión de la fe, que por obra del Espíritu Santo me hace capaz de trascender a todo lo que ocurre y ver más allá. Esa dimensión que me permite verte de otra manera, verte como Dios te ve. Ver nuestro matrimonio con una sacralidad que no es capaz de ver el mundo.
Esperanza: Es una dimensión preciosa, que nos hace descubrir la belleza de las cosas de Dios, la grandeza, la sacralidad. Bendito sea el Señor que nos atrae hacia sí y nos hace formar parte de Él también a través de la cruz.

Madre,

Gracias por Tu llamada. Hoy celebramos tu día en la advocación de la Virgen de Loreto. Tú fuiste la que nos llamó y nos ha llevado al Señor. ¿Cómo podremos agradecer a Dios Tu amor maternal? Bendita seas por siempre.