Archivo por días: 2 marzo, 2021

Vía Crucis del Matrimonio 14 Estación

14ª Estación Jesús es colocado en el sepulcro

V/ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R/ Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Padrenuestro y un Avemaría.

Nicodemo y José de Arimatea, discípulos ocultos de Jesús, piden su cuerpo a Pilato para darle sepultura. Lo desclavan piadosamente, lo envuelven en un sudario y lo colocan en un sepulcro nuevo, que está en un huerto cercano.

Del Evangelio según San Marcos 15, 42-47:

Y llegada ya la tarde, puesto que era la Parasceve, que es el día anterior al sábado, vino José de Arimatea, miembro ilustre del Consejo, que también él esperaba el Reino de Dios y, con audacia, llegó hasta Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se sorprendió de que ya hubiera muerto y, llamando al centurión, le preguntó si efectivamente había muerto. Cerciorado por el centurión, entregó el cuerpo a José. Entonces éste, habiendo comprado una sábana, lo bajó y lo envolvió en ella, lo depositó en un sepulcro que estaba excavado en una roca e hizo arrimar una piedra a la entrada del sepulcro. María Magdalena y María la de José observaban donde era colocado (cf. Mt 27,57-66; Lc 23,50-56; Jn 19,38- 42).

Comentario

La Virgen ha abrazado y besado el destrozado cadáver de Jesús y derramado sus lágrimas sobre él.
Es momento de silencio interior, de escucha, de reparar el daño que te he causado y el que te ha causado mi esposo/a e hijos.
Los que le aman cogen el cadáver y le dan sepultura. Aparentemente, todo ha terminado, los enemigos creen haber triunfado y que Jesús será olvidado, pero los designios de Dios son muy diferentes, ahora es cuando va a empezar el reinado de Jesús ¿Os dais cuenta esposos cómo es ahora, después de abrazar la cruz por amor al otro, por amor a Dios, cuando empieza el reinado de Cristo en vuestro matrimonio? Nuestro amor no queda defraudado, porque Jesús es Dios y ha vencido al mal. Jesús hace posible el amor del principio por su redención y va transformando nuestro amor de esposos en Caridad Conyugal, donde lo mejor del amor conyugal está por venir. Cristo acaba como empieza su misión: Convirtiendo el agua en vino y el mejor vino, para el final.
El Señor resucita glorioso y triunfa para siempre en el cielo, sentándose a la derecha del Padre ¡Aleluya!

Oración

Señor, la piedra fría del sepulcro recibe tu cuerpo. Es como un eco de nuestras frialdades. Tú, Señor, has muerto por nosotros, y no podemos quedarnos parados sin hacer nada. No podemos desperdiciar la gracia tan enorme que has derramado sobre nosotros. Haznos descubrir, el plan precioso que tienes para nuestro matrimonio, la maravilla que es seguir tu camino desde nuestra vocación. Es hora de tomar decisiones, de empeñarnos en ser santos, y que algún día lleguemos a estar juntos, contigo, siendo uno para toda la eternidad.

V/ Señor, pequé.
R/ Señor, ten piedad de mí y de mi familia.

Señaladores, no héroes. Comentario para Matrimonios: Mateo 23, 1-12

EVANGELIO

Ellos dicen, pero no hacen.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabí”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra del Señor.

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Señaladores, no héroes.

Toda exaltación de mí mismo es una forma de soberbia. A veces nos creemos mejores que otros sólo porque rezamos o vamos a misa, y descartamos a los que no lo hacen. El orgullo y la soberbia son el origen último de todo conflicto y causa de ruptura. Nuestra fe no es una ideología que separa, sino una experiencia de amor que une. En el fondo, todo viene de no amar suficientemente a Dios, reconocer lo mucho que me ama y que estoy aquí para hacer su voluntad, para construir Su reino, y no para lucirme o que me halaguen.
Toda la gloria debe ir para Dios, que es el autor de todo, origen y fin de todo.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ramón: Marta, ¿Quieres hacer el favor de dejar el móvil al menos mientras te hablo?
Marta: No estoy con el móvil. Estoy rezando. Tú como no rezas, pues así te va. Yo hoy llevo 3 rosarios y he estado dando catequesis a los niños.
Ramón: Pues me parece muy poco coherente que reces tanto y no tengas ni la delicadeza de dejar el móvil cuando te hablo.
Marta: Es que, para escuchar otra vez lo del entrenador de tu equipo y todos esos rollos inútiles, no tengo tiempo, la verdad.
Ramón: Nada, nada, tú reza, reza…
(Por la noche, en el examen de conciencia, Marta se da cuenta de que ella no es más que él porque rece más)
Marta: Perdona Ramón. Tenías razón. No debía estar con el móvil mientras me hablas. Tú eres muy importante para mí.
Ramón: Eso sí me admira de ti. Que siempre reconoces las cosas y pides perdón.
Marta: No es cosa mía, es el Señor quien me lo hace ver y me empuja a pedirte perdón.

Madre,

Las personas que son de Dios, lo demuestran porque no se ensalzan a sí mismos, sino que ensalzan a Dios. Siempre señalan al que le pertenece toda la gloria. Alabado sea mi Señor.