EVANGELIO

Genealogía de Jesucristo, hijo de David.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 1, 1-17

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés engendró a Esrón, Esrón engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías, catorce.

Palabra del Señor.

Avisos:

• Retiro en Madrid: 17-19 de enero de 2020. Información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-24a
• Jornada en Málaga: 19 de enero de 2020. 2ª Jornada de Convivencia de Proyecto Amor Conyugal en Málaga (Colegio «Los Olivos», Málaga (PP. Agustinos). Calle de Julio Verne, 8, Málaga). Más información e inscripciones aquí: https://forms.gle/ifLDSYm2XPfxYehe8
• Retiro en San Sebastián: 24-26 de enero de 2020. Información aquí: http://wp.me/p6AdRz-1ZP.
• Retiro en Vigo: 31 de enero, 1 y 2 de febrero de 2020. Infórmate e inscríbete aquí: https://wp.me/p6AdRz-229 

(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)

• Retiro en Toledo: 07-09 de febrero de 2020
• Retiro en Madrid: 14-16 de febrero de 2020
• Retiro en Sevilla: 14-16 de febrero de 2020
• Retiro en Salamanca: 21-23 de febrero de 2020
• Retiro en Barcelona: 28 feb – 01 Marzo de 2020

…Para ver más pincha aquí: https://wp.me/P6AdRz-D1

La encomienda.

Señor, es todo un misterio que hayas querido darle a la relación hombre-mujer “las llaves de la humanidad” (Tal como lo expresa San Juan Pablo II). Pero no solamente eso, sino que, desde el mismo día del primer pecado, comenzaba la historia de la salvación que procedería también de la relación hombre-mujer. Una cadena relaciones hasta llegar al Salvador. De alguna forma, encomiendas a la relación hombre-mujer la misión también de traer la salvación al mundo. Qué dignidad tan enorme. Alabado seas, Señor.
Tú podías haber venido de cualquier otra manera, pero quisiste nacer de la estirpe de David, una cadena de procreaciones humanas que desembocaba en Tu venida al mundo. Así es de importante el matrimonio para Ti ¿Y para mí? ¿Lo cuido según la dignidad que le has conferido a este sacramento nacido de Tu Corazón?

Nos adentramos ya en la octava de Navidad. Se acerca la venida de nuestro Redentor.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Álvaro: Me he dado cuenta de que cuando estoy mal contigo es como si no fuese yo. Es como si estuviera como poseído por un espíritu maligno que me hace verte mal. Cambia mi mirada sobre ti y me ciega. También lo veo en ti.
Carmen: Sí, dejamos que el mal se siembre en nuestro corazón y toma posesión de él, se adueña de nuestra voluntad, y estamos perdidos.
Álvaro: Pero Carmen, esto es muy serio, porque entre tú y yo hay un sacramento. Está Cristo, y no podemos permitir de ninguna manera que el mal hiera a Ntro. Señor y pisotee algo tan valioso como es nuestro sacramento. No somos pareja, somos esposos, y eso implica una dignidad enorme y a la vez, una responsabilidad enorme.
Carmen: Es una barbaridad. Tenemos que hacer algo para actuar conforme a la inmensa dignidad de hijos de Dios que se nos ha dado. No podemos dejarnos arrastrar por la bajeza de los impulsos terrenales.
Álvaro: Te propongo una cosa. Cuando uno de los dos perciba que nos empezamos a adentrar en el entorno del desamor nos animaremos el uno al otro diciéndonos “Ánimo Dios ve tu grandeza”, o algo así. Es lo que Dios ve. ¿Te parece?
Carmen: Me parece bien. Antes morir que pecar.

Madre,

También hubo pecadores en la estirpe del Señor, pero aún así, Dios hizo de ellos los predecesores del Salvador. Del pecado saca la gracia y salvación. Confío en ti para lo que quieras hacer de mí, Señor. Amén.