EVANGELIO
Jesús cura a muchos y multiplica los panes.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 15, 29-37
En aquel tiempo, Jesús se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.
Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».
Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?».
Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».
Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.
Palabra del Señor.
Avisos:
- Anuncio en Toledo: 14 de diciembre a 17:00h en Parroquia de San Juan de la Cruz (C/ Reino Unido 12 – Toledo)
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- Retiro en San Sebastián: 24-26 de enero de 2020. Información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1ZP.
- Retiro en Vigo: 31 de enero, 1 y 2 de febrero de 2020. QUEDAN PLAZAS Infórmate e inscríbete aquí: https://wp.me/p6AdRz-229
(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)
- Retiro en Madrid: 17-19 de enero de 2020
- Retiro en Toledo: 07-09 de febrero de 2020
- Retiro en Madrid: 14-16 de febrero de 2020
- Retiro en Sevilla: 14-16 de febrero de 2020
- Retiro en Salamanca: 21-23 de febrero de 2020
- Retiro en Barcelona: 28 feb – 01 Marzo de 2020
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Nos hace protagonistas.
El Señor, por su generosidad, nos ha querido necesitar. No nos salvará sin contar con nosotros, y también cuenta con nuestra intervención para salvar a otros. Es así como ha decidido que sea, haciéndonos protagonistas en Su obra de la creación y en la historia de la salvación. Cuenta contigo y conmigo. ¿Qué soy? Un don de Dios. ¿Para qué estoy aquí? Para completar Su obra a través de mi vocación. ¿Qué espera de mí? Que cuando llegue me encuentre sirviendo en Su nombre. ¿Dependen de mí los resultados de mis esfuerzos? No, Él me pide que siembre, pero será Él quien produzca los frutos y quien recogerá la cosecha. ¿En quiénes centra Él Su atención? Al Señor le mueve la compasión por los necesitados de cualquier índole: los pecadores, los pobres y los enfermos. Siente una fuerte inclinación hacia ellos y hacia ellos tengo que tener una especial predilección.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Ana: Me preocupa que cada vez que nos planteamos algo, tu piensas de una manera y yo de otra. ¿Por qué no podemos coincidir casi nunca?
Ramón: El problema, Ana, es que nos cerramos y nos obcecamos en llevar la razón, sin escuchar y profundizar en el corazón del otro. Así, nos sumergimos en discusiones absurdas y estériles. Tenemos que profundizar seriamente en el planteamiento que hace el otro para descubrir qué quiere Dios de la complementariedad de los dos. Él construye con la aportación de los dos, teniendo en cuenta nuestras virtudes, limitaciones, pecados… Coge todo eso y con ello hace Su gran obra de santidad.
Ana: A ver. Pongámoslo en práctica.
Ramón: Por ejemplo. Yo creo que la oración conyugal hay que centrarla más en el Evangelio, y tú te pones a hacer peticiones, alabanzas a Dios y a pedir perdón por un montón de cosas que no vienen al caso ¿Qué crees que quiere Dios de esto?
Ana: No sé, quizás que yo aprenda a comprender mejor el Evangelio y por eso te necesito, y tú necesitas aterrizar más tu oración a tu vida concreta.
Ramón: Muy bien, pues practiquémoslo a ver qué quiere construir Dios de que cada uno aporte su parte, en lugar de sentirnos molestos por nuestras diferencias. ¿Te parece?
Ana: Me parece bien. Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles.
Madre,
Quiero descubrir todo lo que Dios quiere hacer a través de mí. Me pongo totalmente a su disposición, y me propongo hacer una lectura de la vida desde Su acción en mi esposo a través de mí y Su acción en mí a través de mi esposo. Tiene que ser muy grande lo que quiere construir a través de los dos si nos ponemos a Su servicio. Alabado sea el Señor.