EVANGELIO
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 23-26
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
« ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la felicidad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera».
Palabra del Señor.
Avisos:
- Retiros en Madrid: 13-15 y 27-29 de septiembre (Casa de Espiritualidad Emaús – Oblatos). Orad por los frutos.
- Retiro en Málaga y campamento para niños: 04-06 de octubre. Infórmate aquí: https://wp.me/p6AdRz-1RV
(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)
- Retiro en Sevilla: 18-20 de octubre
- Retiro en Valladolid: 15-17 de noviembre
- Retiro en Salamanca: 22-24 de noviembre
- Retiro en Barcelona: 22-24 de noviembre
- Retiro en Valencia: 29 nov- 01 dic
…Para ver más pincha aquí: https://wp.me/P6AdRz-D1
Como un calcetín.
La belleza interior es la importante. Imagina que damos la vuelta como un calcetín a todas las personas, de manera que lo externo queda dentro y lo interno queda expuesto. ¿Qué veríamos? Dicen que un alma en pecado mortal en una visión tan horrible que resulta insoportable. Imaginamos la fealdad más horripilante que jamás hayamos contemplado, unida al olor más repugnante… Pues peor.
Al final, lo que ocurre con mi alma, me ocurre a mí y me afecta a todo. Así que, centro todos mis esfuerzos y toda mi atención en limpiar mi copa por dentro, porque esa es sobre todo la que ve Dios. Esa es la que da la belleza real, la copa que se llena de justicia, de misericordia y que da la felicidad.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Un matrimonio va a ir a comer con los suegros de uno de ellos, y éste vive tal ansiedad que parece que se ahoga. Su cónyuge, se empeña en razonarle, en corregir sus actitudes, pero no es capaz de comprenderle, de amarle en ese momento. Aquella actitud la ahoga aún más. Sus tutores le hacen ver que si no hay misericordia, no hay justicia y no puede haber felicidad. No se trata de juzgar si su esposo tiene razón, no se trata de limpiar la copa del otro basándose en las apariencias. Se trata de limpiar su propia copa llenándola de misericordia.
Madre,
Danos un corazón grande para amar. Jesús, confío en ti. Permíteme no pedirte que me quites esto o aquello, sino aceptarlo para darte consuelo en tu agonía. Alabado seas por siempre. Amén.