
El Señor quiere la unión de nuestros cuerpos, nuestros corazones y nuestras almas. Sólo el matrimonio cristiano puede vivir esa experiencia.

El Señor quiere la unión de nuestros cuerpos, nuestros corazones y nuestras almas. Sólo el matrimonio cristiano puede vivir esa experiencia.

El Demonio te seduce para que vayas contra tu esposo/a y tu matrimonio sea un reino dividido. Tienes que llenar tu casa de Dios y ser perseverante, porque es lo único que salvará tu hogar.

A veces no le doy a mi esposo/a lo que pide, ni lo/la ayudo a encontrar lo que busca, ni lo/la acojo cuando me llama tras su pecado. Como esposo/a cristiano/a ¿no debería actuar yo en nombre del Señor?

Esposos, ayudaos el uno al otro actuando con las armas de Dios, para que Él pueda actuar como Padre y reinar en vuestro matrimonio y vuestro hogar. ¡Rezad cada día al levantaros un Padrenuestro juntos!

Sólo el amor es necesario. Los esposos acogemos el amor de Dios en la oración juntos y cuando nos acogemos el uno al otro como un don Suyo.