
Los esposos que viven el matrimonio como Dios lo pensó, llegan a amarse de verdad porque el sacrificio de entrega mutua, el autodominio, da frutos de amor, paz, alegría, por la gracia de Dios.

Los esposos que viven el matrimonio como Dios lo pensó, llegan a amarse de verdad porque el sacrificio de entrega mutua, el autodominio, da frutos de amor, paz, alegría, por la gracia de Dios.