A veces no le doy a mi esposo/a lo que pide, ni lo/la ayudo a encontrar lo que busca, ni lo/la acojo cuando me llama tras su pecado. Como esposo/a cristiano/a ¿no debería actuar yo en nombre del Señor?
Donde el diálogo se hace posible. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 11, 5-13
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