
Cuando mi esposo/a menos se lo merece, es cuando más me necesita. Mi misión es llevarlo/a al cielo, actuando en el nombre del Señor, con las armas que Él me ha dado: sacrificio y entrega.

Cuando mi esposo/a menos se lo merece, es cuando más me necesita. Mi misión es llevarlo/a al cielo, actuando en el nombre del Señor, con las armas que Él me ha dado: sacrificio y entrega.