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EVANGELIO

Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 13, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!».

Palabra del Señor.

Atentos al «chorrito».

Es necesario mantenerse en gracia para que nuestros actos puedan tener algún valor sobrenatural, para la vida eterna. Porque es la Gracia Santificante lo que Dios nos ha dado por los méritos de Cristo para nuestra salvación. Si no acogemos Sus méritos, no hay salvación.
Para mantenerse en gracia hay que estar vigilantes, atentos al «chorrito» que entra por la grieta y que precede a la gran avalancha de agua turbia que se nos viene encima si no lo cortamos de raíz en cuanto empieza a asomar.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Marta: ¿Por qué sabes que me quieres?
Carlos: Ante todo porque lucho por tu salvación.
Marta: Y ¿qué haces por mi salvación?
Carlos: Pues ante todo, estar atento para no ponértelo a ti más difícil con mi pecado. Cada vez que caigo en la tentación, es fácil que te arrastre conmigo al mal. Por tanto, es mi primera obligación: Por amor a ti, antes morir que pecar.
Marta: ¡Qué bonito! Gracias Carlos por quererme tanto.

Madre,

Ayúdanos a vivir este Adviento como corresponde a tan Maravilloso acontecimiento. Gracias Bendita Madre.