Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,18-22
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas». Él les preguntó: «Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?». Pedro respondió: «El Mesías de Dios». Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. porque decía: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».
Cuestión de fe
Una de las cosas más importantes que el Señor enseñó a sus discípulos fue la importancia de la oración, y lo hizo predicando con el ejemplo. Fe y oración son dos caras de la misma moneda y para que pueda aumentar nuestra fe no hay mejor receta que hacer oración oración diaria, tener una relación de intimidad con aquel que nos Ama y ha dado su vida por nosotros.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
(Al salir de Misa)
Miguel: Lucía, el Señor, me ha interpelado fuerte en el Evangelio de hoy. Me pregunta, «y tú ¿quién dices que soy?»
Lucía: ¡Qué maravilla Miguel! Esto tienes que llevarlo a la oración esta noche.
Miguel: Deseando estoy…
(Esa noche durante la oración conyugal)
Miguel: Señor, quiero pedirte perdón, por todas las veces que no he dado testimonio de quién eres para mí. De las veces que por vergüenza o por timidez me he quedado callado cuando me han preguntado que por qué voy a Misa o porque soy creyente. Por todas las veces que con mis actos no doy testimonio de tu amor. Perdóname, Señor, yo sé que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios y quiero decirlo al mundo entero.
Lucía: Yo también quiero pedirte perdón, Señor, Llevo mucho tiempo pidiendo que aumentes mi fe, pero no pongo nada de mi parte. Una y otra vez en el Evangelio nos recuerdas la importancia de la oración. Y hoy quiero tomar la determinada determinación de aumentar mi tiempo diario de oración, esa será la manera de que aumente mi fe.
Miguel: Precioso compromiso, me uno a ti y también tomo la determinada determinación de aumentar la oración.
Los dos juntos: ¡Ayúdanos, Señor, a perseverar!
Madre,
Nadie como Tú conoce la importancia de la oración y la contemplación, queremos de Tu Mano ir aumentando nuestra intimidad con Tu Hijo y adentrarnos en Su Sagrado Corazón. ¡Alabado sea por siempre!

