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Tu corazón mi debilidad. Comentario para Matrimonios: Lucas 12, 54-59

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EVANGELIO

Sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 54-59
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:

«Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida: «Va a caer un aguacero», y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: «Va a hacer bochorno», y sucede.
Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?
Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».

Palabra del Señor.

Tu corazón mi debilidad.

En nuestra relación matrimonial sabemos la mayoría de las veces qué va a molestar a nuestro esposo. Otras veces, tal como va evolucionando la conversación, sabemos que «va a hacer bochorno». El problema está en seguir por ese camino sabiendo que está hiriendo a mi esposo y que se está caldeando la cosa.
El Señor quiere que predigamos a dónde va a desembocar esa acción e intentemos reconducirla antes de que entremos en conflicto y se rompa la preciosa comunión que nos mantenía unidos.
Es el momento de someterse, de renunciar… Y de amar, amar por encima de todo.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Myriam: ¿Qué haces leyendo esas revelaciones privadas? ¿No decías que eso no es dogma de fe y que no hay que creer en ellas?
Pedro: Ya sé que te he dado mucha caña con eso, y hemos llegado a discutir por mi inflexibilidad, pero es que el Señor me ha mostrado que te amo demasiado para que haya este punto de discordia entre nosotros, así que, en lugar de que haya esta fricción entre nosotros, he decidido profundizar en estos escritos para que me ayuden a amar al Señor como tú lo amas.
Myriam: ¡Qué bonito eres! Si es que te tengo que querer… Gracias por no cerrarte a lo que hace vibrar mi corazón.
Pedro: Aunque quisiera, no puedo cerrarme a un corazón tan bonito. Después del Sagrado Corazón de Jesús, es mi segunda debilidad, aunque cada vez sois más uno.

Madre,

Que el Amor gobierne muy por encima de las razones. Es una pena ver Matrimonios que se aman pero se destrozan mutuamente. Alabado sea el Sagrado Corazón de Jesús.