Archivo por días: 5 octubre, 2024

Soberbia en humildad. Comentario para Matrimonios: Mateo 7, 7-11

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

EVANGELIO

Todo el que pide recibe.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 7-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!».

Palabra del Señor.

Soberbia en humildad.

Celebramos la memoria obligatoria de las Témporas, acción de gracias y de petición, para que no nos olvidemos de que todo lo hemos recibido de Dios. Tenemos mucho de todo y tendemos a apropiarnos de ello o de los méritos de haberlo conseguido, pero todos los medios que hemos utilizado, los hemos recibido de Dios: Nuestra inteligencia, nuestras fuerzas, nuestra perseverancia, el amor con que las hacemos, la familia por quién lo hacemos… Todo es nuestro, nosotros de Cristo y Cristo de Dios.
La acción de gracias diferencia al soberbio del humilde. Demos a Dios lo que merece y administremos agradecidos lo que nos da sin merecerlo.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Mario: Doy gracias a Dios por tu testimonio de humildad.
Mercedes: ¿Por qué dices eso?
Mario: Porque antes te quejabas mucho por todo lo que hacía mal, y ahora no, a pesar de seguir metiendo la pata muchas veces. Al contrario, no paras de dar gracias a Dios por mí y por lo que recibes de mí. Eso es una prueba inequívoca de que has crecido mucho en humildad.
Mercedes: No tengo ningún mérito. El Señor me permite ver todo lo bueno que hay en ti y justificar tus errores. Pero es Él quien lo hace.
Mario: Ya, pero tú te estarás esforzando, seguro.
Mercedes: Sí, pero las fuerzas también me las da Él, por eso, cada vez que te excuso, también le doy las gracias en mi corazón.
Mario: Gracias Señor por mi esposa. ¡Es la mejor esposa!

Madre,

Tenemos motivos para estar todo el día dando gracias a Dios y a ti. Que cambiemos cada queja por una acción de gracias. Gracias, Señor, gracias Madre.