Archivo por meses: octubre 2024

Esposos bajo Sus alas. Comentario para Matrimonios: Lucas 13, 31-35

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EVANGELIO

No cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 31-35

En aquel día, se acercaron unos fariseos a decir a Jesús:
«Sal y marcha de aquí, porque Herodes quiere matarte».
Jesús les dijo:
«Id y decid a ese zorro: “Mira, yo arrojo demonios y realizo curaciones hoy y mañana, y al tercer día mi obra quedará consumada.
Pero es necesario que camine hoy y mañana y pasado, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén”.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!
Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no habéis querido.
Mirad, vuestra casa va a ser abandonada.
Os digo que no me veréis hasta el día en que digáis: “¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”».

Palabra del Señor.

Esposos bajo Sus alas.

Señor, hoy lloro contigo por ver a tantos esposos que no acogen la gracia del Sacramento por la que tanto padeciste para entregárnosla emanando de tu Corazón traspasado.
Cuántas almas quedan vacías, cuántos Proyectos de Amor de Dios quedan inconclusos, baldíos.
Nosotros queremos seguir caminando contigo, de la mano de María, hoy y mañana y pasado… Hasta que Tú quieras, para mayor Gloria Tuya y salvación de los matrimonios.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Marcos: Cuánta gracia hemos derramado desde el día en que Dios nos unió por nuestro Sacramento. Tanto tiempo sin tener en cuenta al Señor entre nosotros… Cuánto sufrimiento para el Señor y para nosotros.
Ana: Totalmente. Ha sido horrible. Pero hoy decimos ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Él ha venido a redimir nuestro matrimonio.
Marcos: Yo hoy, también quiero gritar al cielo: Bendita la esposa que me ha venido en el nombre del Señor. Hoy te acojo como enviada Suya, como ayuda adecuada para mi santificación.
Ana: El Señor ha cambiado nuestra mirada, y yo también quiero gritar: Bendito el esposo que me ha venido en el nombre del Señor. Gracias al Señor hoy te veo como una bendición del cielo.

Madre,

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Agarrados a Ti caminamos hacia Él y ayudamos a otros esposos a ponerse bajo Sus alas como polluelos.

RETIRO MATRIMONIOS MADRID 21 – 23 FEBRERO 2025

RETIRO MATRIMONIOS MADRID 21 – 23 FEBRERO 2025

La puerta de casa. Comentario para Matrimonios: Lucas 13, 22-30

EVANGELIO

Vendrán de oriente y occidente, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30

En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó:
«Señor, ¿son pocos los que se salven?».
Él les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo:
«Señor, ábrenos»; pero él os dirá:
«No sé quiénes sois».
Entonces comenzaréis a decir:
«Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas».
Pero él os dirá:
«No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad»
Así será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».

Palabra del Señor.

La puerta de casa.

Qué fácil es a veces ser amable y simpático con los amigos, y qué difícil es serlo en casa. Qué fácil es contemplar al Señor y admirarle y qué difícil es admirarse contemplando al esposo. Pero es ahí, en la puerta estrecha de mi hogar donde me lo jugamos todo. Esforcémonos por entrar con el corazón encendido en la puerta estrecha de nuestro hogar, porque es donde se conoce nuestra verdad. Si soy de una manera con el Señor y de otra con mi esposo donde también reside Él, el Señor, «confundido» me dirá: ¿Pero quién eres realmente? No te conozco.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Juanjo: Cariño, no paras de tener gestos de amabilidad y delicadeza conmigo. ¿No te cansas?
Almu: Pues no, la verdad. Al principio, cuando entraba en casa me ponía en modo: «Por fin en casa» y me relajaba en mis formas, en mi amabilidad, en mi servicialidad. Pero sabía que eso no podía ser así, porque en casa es donde más me tengo que esforzar, contigo, que eres mi primera prioridad. Y al principio me costaba, pero ahora, cuanto más me ocupo de ti y más te cuido y te mimo, más te amo y menos me cuesta.
Juanjo: Qué bonita eres. La verdad es que me ayuda muchísimo tu actitud y me contagia y me anima a hacer yo lo mismo. Gracias.
Almu: No, dale las gracias a Dios, yo sólo puse mi buena intención y mi esfuerzo, el resto lo hace Él. Te lo aseguro.
Juanjo: Pues Bendito sea el Señor. Y muchas gracias por mi esposa.

Madre,

Tú que ves mis obras en el hogar, dame la gracia para seguir esforzándome por amar más que en ningún otro sitio. Alabado sea el Señor.

La bomba atómica del Amor. Comentario para Matrimonios: Lucas 13, 18-21

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EVANGELIO

El grano creció y se hizo un árbol.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 18-21

En aquel tiempo, decía Jesús:
«¿A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé?
Es semejante a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; creció, se hizo un árbol y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas».
Y dijo de nuevo:
«¿A qué compararé el reino de Dios?
Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó».

Palabra del Señor.

La bomba atómica del Amor.

Queda claro que el reino de Dios no llega de golpe, sino que Dios lo siembra y va madurando poco a poco en mi alma. El Señor se presenta ante mí, en la cruz, entregándose por la salvación de lo que más quiero en este mundo, que es mi esposo. Y deja que le mire y me vaya calando Su entrega y me vaya enamorando de Él.
Y se planta ante mí en la Eucaristía, y lo veo partirse, derramar Su Sangre por mi esposo. Y espera a que yo vaya reaccionando…
Y va conquistando mi corazón, y me va haciendo Suyo, hasta que lo entrego todo por Él y se celebra Su entronización en mi corazón.
Vuestro soy, para Vos nací, ¿Qué queréis hacer de mí?

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Carmen: Hay que ver que llevamos más de 30 años casados y nuestro amor sigue creciendo. Con nuestras caídas para mantenernos humillados, pero con tendencia creciente.
Julio: El legado de San Juan Pablo II sobre el matrimonio es una mina inagotable, en la que se va descubriendo el tesoro de nuestro Sacramento poco a poco. Me tiene maravillado.
Carmen: El Espíritu Santo, que es una fuente inagotable de amor, de sabiduría, de ciencia… Y la semilla crece y crece, y llega a nuestros hijos, familiares, amigos, desconocidos…
Julio: Ha estallado la bomba atómica del Amor entre nosotros, y mientras sigamos conectados a la Vid, esto es imparable. ¡Viva Proyecto Amor Conyugal!
Carmen: ¡Viva!

Madre,

Me encanta este camino al que nos has llamado. Gracias Bendita Madre. ¿Cómo te podré pagar?

No anulan tu dignidad. Comentario para Matrimonios: Lucas 6, 12-19

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EVANGELIO

Escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19

En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Después de bajar con ellos, se paró en una llanura, con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.

Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

Palabra del Señor.

 

No anulan tu dignidad.

Lo que más atrae a la gente hacia Jesús es la misericordia de Dios. Cuanto más conscientes somos de nuestra necesidad de Él, más “interés” surge para acercarnos a Él. Luego ya, vendrá el amor, porque al que mucho se le perdonó, mucho amó.

El Señor, como en el Hijo Pródigo, no ve nuestros pecados, sino nuestra dignidad malograda, y viene a restaurarla y volver a darnos la dignidad de hijos que son admitidos de nuevo en la casa del Padre. Pero la misericordia no sólo es compasión, es también sacar un bien de todo mal. Y eso hace Jesús. Bendita misericordia de Dios que nos recupera en la dignidad perdida. ¿Qué bien saco yo del mal de mi esposo? ¿Cómo colaboro para devolverle la dignidad malograda?

 

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Carlos: ¿A ti qué te permite amarme en los momentos en que no te estoy amando?

Sonia: A mí mirar al Señor, adentrarme en Su Corazón y actuar según Él actuaría por amor a Él. Y a ti ¿qué te da la fuerza?

Carlos: A mí, después de que el Señor en la oración me ha mostrado tu valor, el valor de tu alma y lo que estás llamada a ser, me llama el deseo de entregarme por ti. En esos momentos sigo viendo el valor tan enorme que tienes y el bien tan enorme que eres por ser amada por Dios por ti misma. Los pecados no te quitan eso. Tus pecados no anulan tu dignidad de hija de Dios. Por eso merece la pena entregarse por tu salvación, pagar por tus pecados y asumir las consecuencias, como hizo Cristo por ti en Getsemaní. Pues yo, como parte de Él tengo que hacer lo mismo.

Sonia: Pues que bonito, porque al final los dos sacamos un bien del mal del otro. Yo refugiándome en el Corazón del Señor que me protege de una mala mirada y tú apoyándote en el valor que Dios me ha conferido.

Carlos: Eso se llama ser ayuda adecuada de verdad, del uno para el otro.

 

Madre,

Ante el pecado el amor se torna en misericordia. Somos pecadores, así que sólo nos puede unir el amor misericordioso de Jesús. Alabado sea por siempre.