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EVANGELIO
Señor, enséñanos a orar.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 1-4
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo:
«Cuando oréis decid: «Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación»».
Palabra del Señor.
Como parte de ti.
Tenemos una visión muy «individualista» de la oración, y la oración siempre es comunitaria. Parece que nos dirigimos personalmente al Padre o al Hijo o al Espíritu Santo. La realidad es que todo nos lo entrega el Padre a través del Hijo en el Espíritu Santo, y todas nuestras oraciones llegan al Padre por el Hijo en el Espíritu Santo. Nuestra oración como Cuerpo de Cristo, como Iglesia se une a la oración de Cristo al Padre y es posible por la acción del Espíritu Santo en nosotros.
Ahora, hay gente que no entiende la oración conyugal, porque considera que es algo individual. Pero nosotros nos preguntamos ¿Es posible que al ser uno los esposos recemos sin tener en cuenta que lo somos? Es más. ¿Es posible rezar sin considerar nuestra oración parte de la oración de la Iglesia Esposa que se une al Esposo para glorificar al Padre?
Quizás pueda estar físicamente solo, pero ¿Puede existir el individualismo espiritual? Nuestro destino final es la comunión de los santos. Avancemos en esa dirección.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Alfonso: Cuando me pongo ante el Señor en oración, no consigo presentarme sin tenerte en cuenta, sin tener en cuenta que somos uno. Aunque no estés a mi lado, como no podría no tener presente a Jesús cuando hablo con María o al Espíritu Santo cuando hablo con el Padre.
Carmen: Me encanta la conciencia de nuestra vocación que el Espíritu te ha dado viviendo así la espiritualidad Conyugal. En eso tengo que aprender. A mí me cuesta vivir la oración contemplativa experimentándome como parte de ti.
Madre,
Nos unimos a Tu Hijo en la oración sacerdotal cuando le pide al Padre que seamos unos como Vosotros sois uno. Alabado sea Dios uno y Trino.