Archivo por meses: octubre 2025

RETIRO MATRIMONIOS BARCELONA 14 – 16 NOVIEMBRE 2025

RETIRO MATRIMONIOS BARCELONA 14 – 16 NOVIEMBRE 2025

Como un niño. Comentario para matrimonios: Mateo 18, 1-5. 10

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 1-5. 10

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
-«¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?»
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:
-«Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.»

Como ese niño que confía y obedece

Al menos en dos ocasiones en el evangelio de San Mateo se aborda la cuestión de quién es el más importante en el reino de los cielos. La respuesta de Jesús es la misma: el reino de los cielos pertenece a los pequeños, a los que sirven con humildad, a los que confían.
Como un niño pequeño obediente a su padre, que camina seguro sin soltarse de su mano porque sabe que su padre se ocupa y le cuida. Sólo cuando se aleja de su padre siente miedo porque no sabe caminar solo.
Nosotros estamos llamados a ser como ese niño que confía y obedece a su padre, sabiendo que mi alegría es estar con El cumpliendo su voluntad: amando a mi esposo, cediendo en mis criterios, mis gustos y apetencias, renunciando a mi amor propio.
Así, ayudado por la gracia, el reino de los cielos estará ya en mi corazón.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Laura (en oración): Señor, estoy desanimada y cansada. Me parece que Juan no me valora, no siento que me comprenda. Pero sé que Tú estás conmigo, que te alegras conmigo y que sufres conmigo.
Ayúdame a no mirarme tanto, a darme cuenta de que lo que me parece o lo que siento puede estar nublado por mi amor propio.
Dame Señor la alegría de la humildad y el servicio. Que te vea siempre en mi esposo y le ame como Tú.

Madre,

Esclava del Señor, enséñanos a vivir en humildad. Bendita seas por siempre. Amén

Descansa en mí. Comentario para matrimonios: Lucas 9, 57-62

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 57-62

En aquel tiempo, mientras Jesús y sus discípulos iban de camino, le dijo uno: «Te seguiré adondequiera que vayas».
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza»
A otro le dijo: «Sígueme».
El respondió: «Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».
Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».
Jesús le contestó: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».

Descansa en mí.

“El Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. ¡Qué fuerte, Señor!, ¡qué tristeza!
Y cuántas veces al leer este Evangelio me he quedado en las otras frases como en esa de “deja que los muertos entierren a sus muertos”. ¿Por qué me quedo ahí? Porque me miro a mí mismo, porque tiendo a mirar las cosas desde mi lado y pensar que eso es lo correcto. ¡Qué ceguera, Señor! Ahora veo que esas frases las dices para avisarme de que tenga cuidado, que no trate de estar con un pie en el mundo y otro contigo, porque entonces estaré en el mundo y no contigo. Y yo Señor, quiero estar contigo. Eres tan bueno, ¡todo Amor! Me atrevo a pedirte que reposes en mí tu Cabeza. Que yo quiero reposar la mía en tu Corazón, como San Juan. Quiero hacer sólo tu Voluntad. Sé que así conmigo sonreirás. Y quiero hacerte sonreír, quiero poner mi granito de arena para consolarte. Eso supone que tendré que ir muriendo a mí mismo, y eso duele. Pero Señor, todo por ti. No hay nada mejor. Ahí empieza el Cielo, ahí empieza la salvación y la Felicidad con mayúsculas. Mil gracias Señor.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Elena: Estoy agotada, ¡vaya racha llevamos! No sabía que éramos capaces de hacer tantas cosas.
Óscar: Sí, pero estoy muy contento. Es una pasada ver tantos matrimonios que recobran la ilusión, que descubren al Señor y cambia su familia. Me acuerdo cuando te ponía tantas pegas para hacerlo. Veía tan razonable pensar que te estabas pasando, que no hacía falta hacer oración todos los días, que porqué teníamos que renunciar a tantas cenas… Y ahora lo entiendo. Tenía el corazón en el mundo y eso me tenía atado. Y cegado. Sólo me veía a mí mismo y no me enteraba.
Elena: Sí, a mí también me costó al principio. Hasta que empecé a tope con oración y sacramentos y tratando de hacerlo vida. Recuerdo que lo hice porque veía cómo eran los matrimonios que nos lo contaban. Yo quería tener su alegría y su mirada.
Óscar: ¡Pues vaya si lo has conseguido! Si vieras la ilusión que irradiabas cuando estabas hablando con los tutelados.
Elena: Es que el Señor es una pasada. Es increíble lo que hace en nuestras vidas si le dejamos. A mí me encanta oírte cuando les hablas de Dios, del amor, de la entrega…
Óscar: ¡Je, je! ¡Quién nos lo iba a decir! ¡Es una maravilla! A darnos más, que aún nos queda mucho. ¡Cómo te quiero!
Elena: ¡Pues yo a ti más!

Madre,

Por favor, ayúdame a darme por entero. A ir a tope con oración y sacramentos, formación y hacerlo vida. ¡Tenéis tanto preparado para nosotros si os seguimos! ¡Alabado sea tu Hijo!