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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

¿Pero qué te cansa?

Estamos precisamente en la época estival, y los buscadores en internet de hoteles y casas vacacionales, echan humo, porque todos buscamos lugares de descanso. Después puede que volvamos a casa con la misma sensación de agobio y cansancio. ¿Cuál es la solución? ¿volver a irme de vacaciones cuanto antes? No… Sin embargo, quizás nunca me he parado a preguntarme: ¿qué es lo que me cansa?, y ¿dónde busco el descanso? Jesús nos dice que vamos a hallar el descanso aprendiendo de Él a ser mansos y humildes; de modo que ¿si encontramos descanso en la virtud, será que lo que nos cansa, es el pecado? ¿Será que lo que más me cansa en realidad, es el amor propio? Que no busque nunca el descanso en un lugar sino en Ti, Señor.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Migue: Qué ganas tengo de que lleguen las vacaciones, no puedo más. Necesito parar ya, tanto trabajo, tanto teléfono, este ritmo frenético de planes… estoy deseando que llegue ya el 1 de agosto, perdernos por ahí y poder respirar un poco y descansar.
Patri: Vaya, pues para eso todavía quedan dos semanas mi amor… Hasta entonces ¿qué vas a hacer?
Migue: Pues nada… ¿qué voy a hacer?
Patri: El otro día leí algo que me dejó pensando: que el descanso verdadero no es solo físico, sino del alma… y que se encuentra en el Corazón de Jesús, siendo mansos y humildes como Él.
Migue: Tú dices que lo que me cansa… no es tanto el trabajo, las tareas sino cómo lo vivo todo ¿no?
Patri: Puede ser. A veces lo que más nos agota es, no amar, querer controlarlo todo, exigirme más de la cuenta. ¿Y si hoy mismo empiezas a descansar sin esperar al viaje? ¿Por qué no haces un ratito de oración?
Migue: Ay mi Patri, qué haría yo sin ti…
Patri: Y yo sin ti…

Madre,

Tú no sólo buscabas el descanso en Dios sino que eras descanso para Dios. Ayúdame a vivir en Ti y como Tú. ¡Alabados sean los Sagrados Corazones de Jesús y de María!