Sabiduría de lo cotidiano. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 10, 21-24

Si tu esposo/a no te ama, no puedes forzarlo/a a hacerlo, pero puedes amarlo/a tú más, para que aprenda a amar. Esto sólo es posible si antes acoges el Amor de Dios.

EVANGELIO

Jesús, lleno de la alegría en el Espíritu Santo
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 21-24

En aquella hora Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».
Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:
«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».

Palabra del Señor.
Avisos:

  • Retiro en Navarra: 14, 15 y 16 de diciembre (Casa de Javier) Infórmate aquí: http://wp.me/p6AdRz-1r4
  • Retiro en Madrid: 18-20 de enero (Casa Oblatos)
  • Anuncio en Valencia: (Inauguramos ciudad!!) Viernes 25 de enero a las 20:30 en la parroquia de San Pascual Bailón.
  • Retiro en Sevilla: 15-17 de febrero en Betania
  • Retiro en Madrid: 22-24 de febrero (El Escorial)
  • Retiro en Madrid: 8-10 de marzo (Casa Oblatos)

Sabiduría de lo cotidiano.

La sabiduría de Dios, se manifiesta en Jesucristo como algo cotidiano, a través de las parábolas con las que Jesús transmite a todos quién es Dios y cómo asemejarse a Él. El Señor no enseña algo elevado, inaccesible, sino que nos transmite una sabiduría profunda de lo cotidiano, que además nos la enseña con su propia vida. A amar se aprende amando, y se enseña a amar, amando.

Dios se nos da para amar y Dios actúa en cada acto de amor. Y Él nos enseña que el amor se inclina siempre hacia el débil, el necesitado, el perdido. No lo puede evitar y sufre por aquellos que no lo acogen. Y se sacrifica por los que no se sacrifican. Y le dice al Padre, mírame a mí que me ofrezco por los que no te aman y por los que no se aman.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Matrimonio Tutor: Si tu esposo no ama a Dios, no puedes forzarle a que lo haga. Pero puedes amarle Tú por él y por ti. Si tu esposa no te ama, no puedes forzarle a hacerlo, pero puedes amarla tú más, para que aprenda a amar. Si le amas de verdad, seguro que lo único que te importa es su salvación y no los consuelos que recibes. Obviamente, esto no es posible si no acoges el Amor de Dios, que es el único capaz de amar así.
Alicia: Me doy cuenta de que no amo tanto a mi esposo como para eso.
Javier: Yo también me doy cuenta de que no soy capaz de amar así.
Matrimonio Tutor: Os dais cuenta de que no amáis de verdad. ¿Entonces, por qué os exigís mutuamente el amor? Empezad por amar cada uno al otro. Recibid la gracia para aprender a amar en lo cotidiano, en lo pequeño. La Palabra os irá enseñando a hacerlo.

Madre,

Te damos gracias porque cada vez nos haces sentir más pequeños ante la grandeza de Dios. Así nos enseñas a estar dispuestos a acoger la Verdad. Gracias, Madre.

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