Pensando, pensando… Comentario para Matrimonios: Lucas 6, 6-11

EVANGELIO

 

Estaban al acecho para ver si curaba en sábado.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 6-11

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.
Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada.
Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él conocía sus pensamientos y dijo al hombre de la mano atrofiada:
«Levántate y ponte ahí en medio».
Y, levantándose, se quedó en pie.
Jesús les dijo:
– «Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?».
Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo:
«Extiende tu mano».
Él lo hizo y su mano quedó restablecida.
Pero ellos, ciegos por la cólera, discutían qué había que hacer con Jesús.

Palabra del Señor.

 

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1
Próximo ANUNCIO en LONDRES el 10-sept-2022. Información aquí 

Pensando, pensando…

Señor, conocías los pensamientos de aquellos escribas y fariseos y había muy poca caridad en ellos. También conoces los míos. No permitas que me deje llevar por mis malos pensamientos hasta quedar cegado por la cólera, por la vanidad, por la envidia… Que piense siempre bien de los demás, que los excuse, que te vea a ti en ellos. Que vea tus designios en sus actos. Dame un corazón limpio, Señor.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Jaime: (Rezando con su esposa) Señor, ¿qué encuentras en mi interior? A veces encontrarás que critico a mi esposa por lo que hace o dice, o por lo que no hace… y me quedo dándole vueltas a que no ha tenido en cuenta mis necesidades, o mi cansancio o mis preocupaciones…
Teresa: Señor, verás que a veces pienso en que mi esposo no me comprende y no lo soporto… Otras le veo un egoísta porque no me ayuda… Otras veces pienso que es un orgulloso porque no reconoce sus defectos…
Jaime: ¡Cuántos pensamientos míos conoces, Señor!. Qué grave es el pecado de pensamiento. Por ahí se me cuela todo. Me distancia de mi esposa, me pone en oposición contra ella.
Teresa: A mí me predispone a decirle algo que no debo, a ofenderle… ¿Qué está permitido? ¿Hacer el bien o el mal? Todos estos pensamientos no me ayudan, Señor. Ayúdame a cambiar el chip y mirar en él todo lo bello y todo lo bueno, Señor.
Jaime: Señor, mi esposa es una maravilla, una obra tuya preciosa. Purifica mi corazón para ser capaz de verla con tus ojos, Señor.
Teresa: Te quiero esposo.
Jaime: Y yo, esposa.

Madre,

Llena mis pensamientos de agradecimiento, de alabanza, de bendiciones. Llena mi corazón de ti para aprender a alegrarme con las cosas de Dios. Amén.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *