Paz entre miseria. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 14, 27-31a

Señor, quiero alcanzar en nuestro matrimonio ese amor que te une al Padre. ¿Estoy dispuesto a beber de la copa de la humildad y de la obediencia?

EVANGELIO

Mi paz os doy.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31aEn aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: «Me voy y vuelvo a vuestro lado.» Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo».Palabra del Señor.
Avisos:

  • Retiro en Navarra (Javier): 31 de mayo, 1 y 2 de junio. Orad por los frutos.
  • Anuncio en Madrid: Lunes 3 de Junio a las 20:00h (Parroquia Beata Ana María Bogas – 3 Olivos – C/ Bella Altisidora, 6)
  • Retiros en Madrid: 07 a 09 de junio y 12 a 14 de julio (Casa de Espiritualidad Emaús – Oblatos): Completos.
  • Retiro en Toledo: 14 a 16 de junio (Casa Diocesana “El buen Pastor”). Más información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1JT
  • Retiro de Palma de Mallorca: del 26 al 28 de julio. Infórmate aquí: https://forms.gle/mc8nacYhiTBmeGcV6
  • Retiro en Córdoba: 21 a 23 de junio (Casa San Antonio) (Posibilidad de inscripción con hijos) Infórmate e inscríbete aquí: http://wp.me/p6AdRz-1Lx

(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)

Paz entre miseria.

Qué misteriosa relación esa que os une, Señor. Impregnada de humildad (el Padre es mayor que yo), de obediencia (como el Padre me ha ordenado, así actúo), de amor (es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre), y de paz (mi paz os doy). ¿Qué experiencia de amor es esa, Señor? Esa que quieres compartir con nosotros y que nosotros no queremos acoger. ¿Qué ves cuando miras al Padre? ¿Cuánto hay de Él en tu Corazón? ¡Amor misterioso! Profundísimo, pleno, lleno…Claro que yo quiero alcanzar ese amor en nuestro matrimonio pero ¿Estoy dispuesto a beber de la copa de la humildad? ¿Y de la de la obediencia? Tú Señor no nos das la paz como la da el mundo, que la impone, sino como la das Tú, como el grano de trigo que cae en tierra y muere, y sus frutos son de paz. Que no se turbe mi corazón, Señor, y me atreva a dar el paso de creer en tu camino, pero de verdad.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Paco: Parece que estamos un poco estancados. Hemos tenido momentos buenos, otros muy buenos, pero ahora, parece que no avanzamos. De vez en cuando tenemos caídas como las de antes.
Matrimonio Tutor: Santa Teresa, en Las Moradas, hablaba del orgullo. Es como un barrera en el camino espiritual que no te permite avanzar al siguiente nivel, por así decir. ¿Tiendes a pensar bien de tu esposa? ¿Tiendes a verla mejor que tú? ¿La admiras a menudo? ¿Le das las gracias con frecuencia? Esas son las preguntas que te pueden hacer descubrir si hay o no hay humildad en tu corazón.
Paco: Pues el diagnóstico está claro. Y ¿Qué puedo hacer?
Matrimonio Tutor: Para empezar, pedir la Gracia y mucha oración, para que el Señor te muestre quién eres realmente. Pero además, te vendrá muy bien hacer actos de obediencia. ¿Tu mujer te corrige?
Paco: A menudo.
Matrimonio Tutor: ¿Y cómo reaccionas?
Paco: No me sienta muy bien, la verdad. Le veo tantos defectos que no entiendo que encima me corrija a mí.
Matrimonio Tutor: Pues si en lugar de mirar tanto la paja de su ojo, tomas la decisión de obedecerla, te sentará muy, pero que muy bien.
Paco: ¿Y ella?
Matrimonio Tutor: Olvídate de ella. ¿Quieres experimentar lo que experimenta Cristo en ese amor sincero, gozoso, que llena tu vida de paz? Pues haz lo que Él hace para alcanzar con Él lo que Él alcanza.

Madre,

Gracias por introducirnos en este Proyecto de Amor. Gracias por hacerme vivir estas experiencias, gracias a Dios por el don del amor. No soy digno de que compartáis estas experiencias conmigo. Os amo. ¡Alabado sea Dios!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *