Matrimonios “custodios”. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 10, 1-9

EVANGELIO

La mies es abundante y los obreros pocos
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-9

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: «El reino de Dios ha llegado a vosotros»».

Palabra del Señor.

Nota: 1. Anuncio en Fuengirola: Proyecto Amor Conyugal realizará un anuncio sobre “la Belleza y la Verdad del matrimonio” en Fuengirola, en la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen el próximo día 28 de octubre a las 20h en los salones parroquiales. Hablaremos también de los itinerarios para matrimonios y presentaremos el retiro del 17 de noviembre.

2. Retiro para matrimonios en Málaga: Para apuntarse en lista de espera (Suele haber un % de bajas): https://goo.gl/forms/jpzZ1v8b6OxzQfUI2

Para más información, pincha aquí: http://wp.me/p6AdRz-ru

Matrimonios “custodios”.

(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Jesús designa a unos cuantos, que no son apóstoles, para que vayan en Su nombre de dos en dos. ¿Estaremos representándolos en esta época los matrimonios? Nos envía pero quiere que prediquemos desde la pobreza, no desde arriba, sino como un matrimonio más, como un matrimonio normal. Intentamos llevar Su Paz a aquellos que nos escuchan, pero hay gente que no la quiere. Hay otros que generosamente nos abren las puertas de su casa y nos acojen con lo que tienen. Alabado sea el Señor que mueve muchos corazones.

En estos días hay muchos matrimonios preparándose para ir delante del Señor adonde piensa ir Él después, en el retiro de matrimonios de Málaga. Después será el de Barcelona un mes más tarde, y dos meses después, el de Madrid. Hoy recordamos a todos esos matrimonios, que van a ir de dos en dos a anunciar que el reino de Dios ha llegado a todos y cada uno de los matrimonios que asistan. Rogamos al Dueño de la mies, por los matrimonios “custodios” y por los matrimonios “anhelantes” que van a vivir esta profunda experiencia del amor y de los designios de Dios para ellos.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Paula: Cariño, anda, vamos al retiro de matrimonios.
Andrés: Ni hablar. ¿Qué pintamos allí? Y perdernos un fin de semana, con lo cansadísimo que estoy.
Paula: Tú vienes ese fin de semana conmigo y otro fin de semana eliges tú qué hacer, sea lo que sea. Así te compenso ¿Vale?
(Mientras, los matrimonios “custodios” están rezando por los matrimonios “anhelantes”. Señor, te ofrezco este sacrificio por los matrimonios que van a venir a mi grupo en el retiro. Sabes que me cuesta mucho, pero te lo ofrezco, Señor.)
Andrés: Vale, lo acepto. Pero ya sabes, otro fin de semana elijo yo lo que quiera hacer.
(Un mes más tarde)
Matrimonios custodios: Bienvenidos, aquí estamos para atenderos en todas vuestras necesidades durante este retiro. Hemos dejado a nuestros hijos, nuestros planes de fin de semana… lo hemos dejado todo por estar hoy aquí con vosotros y traeros la buena noticia del matrimonio…
Andrés: Oye, Paula. ¿Y estos no cobran nada?
Paula: Nada.
Andrés: Y ¿Por qué lo hacen?
Paula: Por amor a Dios y a nosotros.
Andrés: Eso no se da mucho por ahí… ¡Impresionante!
(El último día del retiro)
Andrés: (Se levanta) Quiero dar mi testimonio. Venía “arrastrado” por mi mujer, y tengo que decir que este retiro me ha llegado muy hondo, ha sido muy intenso lo que he experimentado aquí estos días, y quiero empezar por pedirle perdón a mi esposa públicamente y darle gracias por su insistencia. Para mí, esto ha sido un antes y un después en mi vida y en mi matrimonio.

Madre,

Qué duro pero qué hermoso es que el Señor nos envíe delante de Él de dos en dos. A Tu servicio nos ponemos para mayor gloria Suya, en la lucha por la recuperación de la unidad de muchos matrimonios y de sus familias. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

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