Más pobres. Comentario para Matrimonios: Lucas 9, 46-50

EVANGELIO

El más pequeño de vosotros es el más importante.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 46-50

En aquel tiempo, se suscitó entre los discípulos una discusión sobre quién sería el más importante.
Entonces Jesús, conociendo los pensamientos de sus corazones, tomó de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo:
«El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. Pues el más pequeño de vosotros es el más importante».
Entonces Juan tomó la palabra y dijo:
«Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y, se lo hemos prohibido, porque no anda con nosotros».
Jesús le respondió:
«No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro».

Palabra del Señor.

 

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES pincha aquí:  http://wp.me/P6AdRz-D1

Más pobres.

El que acoge a los más pequeños en nombre de Jesús, es el más importante para Dios. A esos son a los que Dios necesita, a los que están dispuestos a expulsar demonios en Su nombre. Los que ayudan a otros en nombre de Jesús, a librarse del mal. Nuestra familia también debe entregarse a otras familias.
Hoy en día hay muchos esposos a los que les falta el amor. Son los más pobres de entre los pobres. Necesitan a alguien que les comprenda, que les guíe, que les enseñe a amar. Están perdidos, como ovejas sin pastor. Vamos a rescatarlos en nombre del Señor. Él nos necesita, para Él somos importantes, porque ha querido concedernos la misión de salvarlos.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Alberto: Hay un matrimonio que lo está pasando fatal. ¿Vamos a llamarles y quedar con ellos este fin de semana?
Mercedes: Pero es que, tenemos muchas cosas que hacer.
Alberto: Mercedes, el Señor nos necesita. Ellos están sufriendo. Y nosotros podemos organizarnos y tener tiempo para todo, para los niños, y también para nosotros. Tenemos que mostrarles que hay otro camino mejor, que se están mirando mal, dejándose llevar por sus sensaciones. Que se están perdiendo algo grande y hermoso por la dureza de su corazón.
Mercedes: Pero luego me tienes que compensar ¿Vale?
Alberto: Valeeee. Hago yo una cenita rica, rica para el sábado, en familia.
Mercedes: Entonces, ¡Trato hecho! Gracias por tirar de mí, Alberto. Me siento orgullosa de ti.

Madre,

El Señor ha querido necesitarnos. Es un honor trabajar para Él. Es una alegría ver que los que sufren se sanan. Es impagable la obra de la que nos está haciendo partícipes. ¡Gloria a Dios!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *