Marca la diferencia. Comentario para Matrimonios: Juan 15, 1-8

EVANGELIO

El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

Palabra del Señor.

Avisos:

Marca la diferencia.

Obediencia, una palabra que no está de moda y que sin embargo marca la diferencia. La manera de estar en el Señor es cumplir los mandamientos, tal como nos enseña Él mismo y tal como nos muestra con Su vida. Si no somos fieles, vendrán las consecuencias horribles, sí o sí, como pasó con la desobediencia de Adán y Eva. Si somos fieles al Evangelio, daremos frutos en el Señor, que son los únicos frutos que tienen valor, porque los nuestros no valen nada. Es la obediencia el eslabón que nos mantiene unidos a Cristo.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Matrimonio Tutor: Benditos serán los novios que esperan a que Dios los haga uno por el sacramento para hacerse una sola carne; benditos serán los esposos que viven su unión conyugal con toda la sacralidad y según la dignidad que Dios les ha concedido; benditos los esposos que viven para su cónyuge y no para sí mismos; benditos los esposos que se reciban el uno al otro como un don de Dios; benditos los que ponen la salvación de su esposo como prioridad en sus vidas… Esos darán fruto en Cristo.

Madre,

Que como decía el Papa San Juan Pablo, abramos sin miedo las puertas a Cristo de par en par. Es la fidelidad a Él la que nos hará ser esposos fieles. Es la fidelidad a Él la que nos permitirá ser esposos santos. Alabado sea el Señor que nos quiere tan unidos a Él para poder salvarnos con su gracia.

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