La base para construir, la confianza. Comentario del evangelio para Matrimonios: Mateo 5, 33-37

EVANGELIO
Yo os digo que no juréis en absoluto
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus juramentos al Señor».
Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno».

Palabra del Señor.

La base para construir, la confianza.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Qué importante es mantener mi palabra. Que mi sí sea sí y mi no sea no. Es necesario para que confíen en mí, para generar una estabilidad a mi alrededor, para que pueda haber unos cimientos sobre los que apoyar una vida. Si necesitara jurar es porque en alguna ocasión no he sido fiel a mi compromiso. El amor se basa en una alianza, y se demuestra el amor siendo fiel a esa alianza. ¿Qué confianza puede tener mi esposo en mi promesa de amor si no soy fiel a mis otros compromisos?.

También pienso qué sería de mí si Dios fallase a sus promesas, Si hubiera algún riesgo de que cambiase de opinión sobre su promesa de estar siempre conmigo ¿Qué sería de mí?. Pues bien, yo he sido creado a su imagen, para actuar como hijo suyo, y mediante la confianza que genero, transmito la confianza en Él.

Aterrizado a la vida conyugal:

Te dije sí esposo mio el dia de nuestra boda ante Dios y no soy nadie para romper lo que tu uniste, tu eres Dios eres quien ha hecho el cielo y la tierra, quien hace nuestro matrimonio,. No puedo volver ni blanco ni negro un oelo. Todo lo que no sea confiar y caminar, es sobervia y viene del maligno. Por eso te amo esposo para toda la vida
Solo para amar me creaste tee amo pase lo que pase

Aterrizado a la vida conyugal:
Pedro: No sé qué hacer con la celebración de cumpleaños de mi madre.
María: Estoy segura de que tú ya lo has hablado con ella, y ahora me vienes a mí de nuevas.
Pedro: Lo tuyo es el colmo, te juro que no he hablado con mi madre, eres una retorcida.
María: Pues el año pasado, fue exactamente igual, y a los cinco minutos me llamó tu madre diciéndome que ya le habías dicho que íbamos.
Pedro: Tienes razón, María, me merezco que no me creas, pero créeme ahora si te digo que no he hablado con ella. Ya he vivido las consecuencias de mentir y me he comprometido a no volver a hacerlo. Todavía recuerdo la que se montó aquel día que creías que estaba tomando una cerveza con Laura, la de la oficina, y por más que te prometía y juraba, no me creías. Aquel día viví las consecuencias de haberte mentido, y no lo volveré a hacer. Te vi sufrir muchísimo y no tenía armas para tranquilizarte. Tú no te mereces eso.
María: Es cierto, Pedro. Perdóname por no creerte a la primera. Debo confiar en ti, como Dios confía en mí cada vez que le digo que no voy a volver a caer, y me sigue dando oportunidades.
Pedro: Te dije sí al entregarme el día de nuestra boda, esposa mía, ante Dios, y no soy nadie para romper lo que Él unió. No soy quién para volver a faltar a mi palabra. Te amo.

Madre,
El amor tiene que estar basado en la confianza. Yo no confío en mis fuerzas para ser fiel. Pero confío en las de Dios, que me sostiene. Le doy gracias porque su sí es sí y su no es no. Me da tranquilidad, me da esperanza. Alabado sea mi Señor.

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